Abuso sexual: La denunciante de Fernando Espinoza se cortó las venas

“Quiero que me dejen de presionar judicialmente y políticamente”, escribió Melody Rakauskas en un posteo publicado hace algunas horas, en el día del cumpleaños del intendente de la municipalidad de La Matanza. En el mismo mensaje agregó: “Al abusador sexual Fernando Espinoza hoy, en el día de su cumpleaños, que me mandó a presionar con las fuerzas de seguridad y con todo un estado que viene viendo esto hace años y no hace nada sino terminar de matar a las víctimas. Ojalá yo sea la última”.

Tras la publicación, REALPOLITIK se comunicó brevemente con la denunciante, quien envió dos audios de WhatsApp entre lágrimas y en estado de extrema angustia, en los que aseguró estar siendo hostigada de manera constante por fuerzas de seguridad y sometida a una presión judicial que, según sus palabras, se volvió insoportable.

“Estoy atrincherada en mi domicilio. Me hostiga la policía en Navidad, en Nochebuena, ahora para fin de año también, en el cumpleaños de Espinoza”, relató. Según explicó, hace 72 horas fue intimada judicialmente y apuntó directamente contra la jueza de la causa, responsable del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nro. 16: “Ya no aguanto más la presión judicial de la jueza María Inés Cantisani. No puedo más, con vida”.

En los audios, Rakauskas describió un cuadro de aislamiento, miedo y agotamiento extremo. “No tengo vida hace casi cinco años. Me asfixiaron. Esto es lo que buscaba Espinoza y lo logró”, afirmó, al tiempo que denunció la actuación de la comisaría 9C de la Ciudad de Buenos Aires, a la que calificó como “totalmente corrupta” y “comprada por Espinoza”.

También volvió a insistir con el rol de Gustavo Cilia, empresario y expareja suya, a quien vinculó políticamente con el actual jefe de Gobierno porteño: “Descubrí la cercanía de Gustavo Cilia con Jorge Macri, haciendo obras y sociedades anónimas”, sostuvo. Vale recordar que Cilia es un empresario que históricamente realizó negocios con el kirchnerismo y que saltó a la fama detrás del escándalo del denunciado Plan Qunita. Además, se sabe, mantiene estrechos vínculos de amistad con Espinoza.

Rakauskas denunció además intentos de revictimización judicial, particularmente a través de nuevas pericias psicológicas: “El último abogado que me presentaron, Martín Sarubbi, estaba haciendo todo a favor de Espinoza y me quería revictimizar con nuevas pericias, sabiendo lo que eso causa, justo en diciembre, para arruinarme otra vez las fiestas”.

En su relato, aseguró que los episodios de hostigamiento se repiten sistemáticamente en fechas sensibles: “Siempre las fiestas me hacen pericias psicológicas, me vienen a atacar a mi domicilio, me chocan el auto. Siempre pasa para estas fechas”.

La denunciante también apuntó contra el estado nacional y los dispositivos de protección que le fueron asignados: “La custodia que me brindó Patricia Bullrich ni siquiera se mosqueó cuando vinieron a hostigarme desde la comisaría”, afirmó, y sostuvo que existen registros en la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas (DOVIC) que demostrarían la cercanía entre dispositivos policiales y personas vinculadas a Espinoza.

El contexto judicial

Las declaraciones de Rakauskas se producen meses después de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación resolviera no pronunciarse sobre el fondo de la causa contra Fernando Espinoza. El 29 de octubre de 2025, el máximo tribunal rechazó tratar un recurso por considerar que “no se dirige contra una sentencia definitiva”, sin realizar consideraciones sobre los hechos denunciados.

Fernando Espinoza.

A lo largo del proceso, tres fiscales solicitaron el sobreseimiento del intendente, argumentando falta de pruebas y cuestionando la credibilidad de la denunciante. No obstante, la decisión de la Corte fue estrictamente procesal y no implicó un análisis del fondo de la denuncia, dejando el caso envuelto en una fuerte controversia pública y política.

“Que me dejen de presionar”

En sus audios finales, Rakauskas volvió a pedir que cesen las presiones: “Estoy cansada de tanta impunidad judicial y de tanta corrupción, con la complicidad de todo un estado”. Y cerró con una frase que da cuenta de la gravedad de su situación personal: “Espinoza va a seguir libre e impune. Yo no puedo con un aparato gigante”.

La publicación y los audios difundidos reabren un caso que, más allá de su derrotero judicial, vuelve a interpelar al sistema político, judicial y a los mecanismos de protección estatal frente a denuncias de extrema sensibilidad. (www.REALPOLITIK.com.ar)