Locos por un cargo: La UCR se agrieta por un sillón judicial de inmenso poder

Si antes había presión para completar al máximo tribunal ahora esta situación adquiere la configuración de una “urgencia institucional” y la discusión se hace más compleja porque habrá que pensar en cuatro jueces y no en tres, como desde etapas previas a las elecciones del 2023.

Con cuatro vacantes obviamente se amplía el espectro de posibilidades y permite hacer variantes desde un criterio general de reparto que, al parecer, quedará “innegociable” en dos miembros elegidos por el oficialismo y otros dos por la oposición que, debido a la correlación de fuerzas, ofrece discusión entre tres grandes bloques como el Pro, la UCR y, desde diciembre último, La Libertad Avanza referenciada con el oficialismo nacional.

En un esquema de mínima -según coinciden desde el gobierno kirchnerista y desde la amplia oposición-, el radicalismo no puede ser ignorado y se sentaría a la mesa de discusión ofreciendo, al menos, a un ministro. Allí existe un criterio de género que no es casual, dado que la provincia, con una fuerte influencia en este sentido, se encontraría en deuda y, por tanto, debe sí o sí designar a una mujer que acompañe a la actual ministra Hilda Kogan.

Allí es donde el actual titular del comité provincia, Maximiliano Abad, a pesar de haber sido salpicado con el escándalo de “Chocolate” Rigau (o quizás gracias a ello), juega con ventaja y quiere ubicar un segundo pleno -que linda con un criterio político de “bienes gananciales”- al proponer a su esposa y actual titular del Concejo Deliberante de Mar del Plata, Marina Sánchez Herrero. Dicen las fuentes de casa de gobierno que esta propuesta habría pasado el filtro del gobernador Axel Kicillof, pero todo eso explica los mínimos requisitos a cumplir y no todos en tren de la admisión de la actual edil de ese partido balneario.

Abad quiere nombrar a su esposa Marina Sánchez Herrero.

Si bien Abad cuenta con fuerte apoyo del salvadorismo en el marco del oficialismo partidario -identificado con la línea Adelante Buenos Aires- lo cierto es que sobre el actual senador nacional hay toda una serie de cuestionamientos por sus últimas acciones.

Abad sigue dando explicaciones por su curiosa abstención a la hora tratarse el DNU 70 del presidente Javier Milei. En este sentido, esa indefinición en el recinto lo convirtió en un ente difuso: no es partícipe de apoyar al oficialismo nacional, donde se inscribieron sus colegas que representan a los gobernadores radicales, ni es tan opositor como el titular del comité nacional Martín Lousteau.

Para colmo, el dirigente cuestionado por varios sectores quiere hacer los deberes, pero se enfoca en un maridazgo con el Pro y no caen bien sus líneas de diálogo extendidas hacia personajes “amarillos” como el senador de Entre Ríos, Alfredo De Ángeli. Además, no gustó el estilo del marplatense de hacer jugar al ex ministro de Justicia y ex camarista que enjuició a las juntas militares, Ricardo Gil Lavedra. Este concurrió a dar una conferencia a la sede del comité provincia y esa imagen la harán jugar a la hora de demostrar respaldos políticos hacia la figura de la esposa de Maxi Abad.

Por si todo esto fuera poco, el marplatense aún sigue observado y fuertemente sospechado por el mar de dudas que generó la investigación por corrupción de cobros indebidos de fondos en la Legislatura y que en el mundo popular se conoce como la causa de los “Chocolates”, en la que se cobraban importantes sumas de dinero que eran aparentes sueldos de supuestos empleados legislativos.

APARECIÓ UN COMPETIDOR

Hay otras variantes que hoy por hoy se comentan en el seno del centenario partido, aunque prevalecen figuras masculinas. Desde la oposición partidaria hay una etapa germinal de apoyos hacia la figura del actual decano de la facultad de Derecho de la Universidad de La Plata, Miguel Berri, quien además fue edil platense y ex funcionario del ministerio del Interior. Por sobre otras cosas, y a diferencia de la esposa de Abad, es un reconocido constitucionalista y profesor en la citada casa de estudios. 

Miguel Berri.

Herrero cuenta con una importante ventaja, en el sentido de contar con un fuerte apoyo desde la conducción partidaria que encabeza su marido y con la mayoría de los legisladores. La excepción la constituye el bloque radical de Diputados que encabeza Claudio Frangul, pero esto será de carácter simbólico, dado que la votación clave se hará en la Cámara de Senadores.

Por su parte, Berri está teniendo un fuerte apoyo por parte de dirigentes significativos y de renombre en el partido de Alem, como es el caso de los ex diputados nacionales Federico Storani y Miguel Bazze. Fueron muy comentados los movimientos y gestiones de este último en el bloque que integró y en la Legislatura provincial, pero con pronóstico de resultado incierto. Bazze tiene buen diálogo, pero poca influencia ante el bloque de senadores que responden a las figuras de Maxi Abad y Daniel Salvador.

Berri, según señalan algunos portavoces informados, tiene una carta importante bajo la manga y sería el respaldo de distintas universidades a su postulación. Esto es algo que también es más comentado que demostrado, dado que los rectores, además de estar invadidos por la coyuntura de un ahogo presupuestario, deben conversar entre ellos si podría ser una figura viable. Desde esa perspectiva, Berri podría obtener un apoyo sorpresivo desde el actual diputado provincial y rector de la Universidad de Almirante Brown, Pablo Domenichini, y la diputada nacional Danya Tavela.

Lo cierto es que en las próximas horas comenzará a develarse cuál será el destino de ambos candidatos y la posibilidad de que el radicalismo inserte finalmente a un representante en el máximo tribunal bonaerense. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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