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27 de marzo de 2017 | Municipales

LANÚS | Panorama REALPOLITIK

La ruta del dinero del intendente Grindetti: El segundo de Kravetz, acusado de “esconder” cocaína

El Lanús de Néstor Grindetti pareciera deslizarse a ritmo vertiginoso en un alud de corrupción, drogas y estafas, dispuesto a alcanzar el triste título de ser el municipio más corrupto de la provincia de Buenos Aires.

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El Lanús de Néstor Grindetti pareciera deslizarse a ritmo vertiginoso en un alud de corrupción, drogas y estafas, dispuesto a alcanzar el triste título de ser el municipio más corrupto de la provincia de Buenos Aires. 

El secretario de Seguridad, Diego Kravetz, se encuentra en la disyuntiva de continuar en su cargo o migrar hacia el ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, bajo el ala de Cristian Ritondo. Sus allegados aseguran que el secretario municipal se las arregla para vivir con los poco más de 22 mil pesos por mes que cobra, según su recibo de sueldo. Sin embargo, Kravetz recibiría un extra de 40 mil pesos que el intendente Grindetti le gira “por afuera”. No es de extrañar que la perspectiva de mudarse a las oficinas de La Plata le resulten más atractivas al joven funcionario. Aquí el ministro Ritondo va a pagar 24 millones de pesos por un cátering. A Kravetz se le hace agua la boca.

El subsecretario de Seguridad en Lanús, segundo de Diego Kravetz, no desentona en el entorno de Néstor Grindetti. Su nombre es Daniel Villordo y ni siquiera es de Lanús, sino que viene de ser comisario en la seccional séptima de Lomas de Zamora. Una anécdota divertida del día en que asumió: mientras un funcionario anunciaba su nombre, y él saludaba moviendo la mano como si limpiara un vidrio, fue increpado por un agente del área que lo acusó de haber regenteado prostíbulos en Lomas de Zamora. Aquello dio inicio a una escena que tiene tanto de indignante como de cómica. Villordo, a grito pelado, acusó al agente de haberle pedido una coima en un control de automotores, a lo que el municipal le retrucó que eso había ocurrido porque Villordo manejaba un auto trucho. Historias mínimas, del día a día en Lanús, bajo la oscura mano de Grindetti.

Daniel Villordo ya había participado de la vida pública, aunque brevemente, hace algo más de diez años. Esto fue hasta septiembre de 2005 cuando, siendo titular de la comisaría de Centenario, interceptó un cargamento de 1.250 kilos de cocaína. Algo pasó en el camino, y al juzgado llegaron 180 kilos menos. León Arslanian, que en aquel entonces era ministro de Seguridad provincial, llamó para felicitar a Villordo, pensando que la operación había sido un éxito. Luego se enteró de lo ocurrido y se apuró en declararlo “prescindible”. Villordo, en la oscuridad, se acogió al retiro de la Policía Bonaerense.

Hoy éste personaje, junto con su superior Diego Kravetz, son quienes manejan los hilos de la seguridad en Lanús, al amparo de la mirada tenaz del intendente Néstor Grindetti. Entre éstos hilos se encuentran los que movilizan como títeres a los patrulleros de Lanús, donde también se esconde otra maniobra corrupta de la interminable lista del mandamás del sur de la provincia. El municipio le entrega al comisario Roque Lisano, jefe del Comando de Patrullas Comunitarias de Lanús, 35 litros de combustible diario por patrullero, a los que se suman otros 20 litros que agrega el ministerio de Seguridad bonaerense. Estos últimos litros por patrullero, que se cargan mediante una tarjeta de débito, suman un total de algo más de 300 mil pesos mensuales, que pagan todos los contribuyentes de la provincia. 

Lamentablemente, este dinero no va a parar a los surtidores de nafta, sino que desaparecerían misteriosamente todos los meses. Estas sospechas recaen, inevitablemente, en las espaldas de Kravetz y Villordo, los responsables operativos del consumo y que, además, han asegurado que poseen un sistema de monitoreo para controlar los kilómetros que recorre cada patrullero. El sistema ha dejado de funcionar o funciona defectuosamente al momento de fiscalizar el consumo de sus propios patrulleros, pero nada de eso inquieta a Kravetz que sigue, perseverante, levantando el teléfono para pedirle el pase a Ritondo. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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