Cartasegna, más complicado: Un testigo clave del caso Bru lo denunció por filtrar información

Se trata de Mario Gianotti, ex secretario de Derechos Humanos de la municipalidad de La Plata durante el 2015. El hombre compareció a principios de diciembre de ese año, contó todo lo que sabía y el fiscal especializado en delitos complejos jamás lo volvió a llamar. Hace pocas semanas lo amenazaron y supo que los datos que había aportado al expediente estaban circulando por fuera de la Fiscalía. 

Con el patrocinio del letrado Darío Saldaño, el ex funcionario municipal denunció a Fernando Cartasegna y pidió que se investigue "la presunta comisión de delitos de acción pública" por parte del representante del ministerio Público y/o de otras personas no identificadas.

Gianotti había declarado ante el fiscal -ahora de licencia- el 9 de diciembre de 2015. Fue a raíz del testimonio "de una persona que poseía información sobre Miguel Bru, el cual por conocer al informante y generarme confianza, anoté todo y me presenté en la fiscalía", según consta en el escrito. 

Esa información se condecía con otro testimonio, que había escuchado ocho años antes de un detenido en la DDI. Ambos se referían a un tal Justo López: el ex sargento de la policía condenado a perpetua por el secuestro, tortura y asesinato de Bru, y que hace una semana pidió su libertad. Es que más allá de dirimirse las responsabilidades, el cuerpo del joven jamás se encontró.

Según Gianotti, el entonces detenido le había contado que era vecino de López y lo había visto hacer un contrapiso en su casa el día de la desaparición de Bru. Este último informante contó que aquel día, López había mantenido al joven en el baúl de su Falcon para después meter su cuerpo en un tambor de 500 litros -traído hasta su casa con la excusa del contrapiso- y llevarlo hasta Los Talas, en Berisso, a un lugar que se denomina "las cuevas". 

El ex funcionario declaró todo esto en 2015: "Que a Miguel Bru lo habían llevado a Los Talas, a la fábrica vieja de pescado, en las cuevas, y que nadie lo iba a encontrar porque lo habían tirado ahí. Que los materiales del contrapiso se los dio un vecino de López, de enfrente, que trabajaba con un camión hormigonera. Que lo habían metido en un tambor de 500 litros, que lo habían tenido en el baúl de un auto Ford Falcon dos días hasta que después lo trasladaron en una Ford F100 color beige". 

Gianotti también deja asentado que muchos vecinos del Barrio Obrero de Berisso, donde solía vivir López, saben esta historia pero "tienen miedo de declarar" ya que dos de los policías que asesinaron a Bru todavía cumplen funciones, uno de ellos con alto rango. El denunciante infiere, por las recientes declaraciones de Rosa Bru, que incluso podría tratarse del jefe policial Fabián Perroni. 

El hecho es que luego de denunciar todo esto, Gianotti jamás volvió a ser convocado por la UFI 4, manejada hasta hace pocos meses por el polémico fiscal Cartasegna. Por el contrario: el 14 y 18 de julio recibió amenazas y aprietes -que denunció ante la fiscal Betina Lacki, quien dispuso custodia sobre él- y con eso se evidenció que la información que había brindado estaba circulando por fuera de la Fiscalía.

Tal como postuló en la denuncia, las amenazas "me hacen sospechar la existencia de 'filtraciones' y manejo irregular de la información aportada, que además de poner en riesgo a quien suscribe, atenta contra la investigación y el esclarecimiento del destino del cuerpo de Miguel Bru". 

Recordemos que luego del apartamiento de Cartasegna de la UFI de delitos complejos, los once cuerpos de la causa Bru "se perdieron" y luego fueron hallados en la oficina de una secretaria del fiscal, donde ya se había buscado sin éxito. El misterio alrededor del expediente y el pedido de libertad de López son otros dos factores a tener en cuenta en esta causa, sumado a la falta de credibilidad del ex fiscal -que hasta hace semanas era víctima y ahora se descubre como victimario de secretarios, empleados y la mismísima Rosa Bru-. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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