Auditoría General de Asuntos Internos, el área impune de la fuerza policial bonaerense

Quienes lo conocen de cerca aseguran que el titular de la Auditoría General de Asuntos Internos de la Policía Bonaerense, Guillermo Berra, tiene doble discurso y solo juega para la tribuna. 

Hace menos de un mes Fiscalía de Estado denunció una usurpación de viviendas en Quilmes, donde con intervención de la Auditoría se decidió desafectar a 91 policías con la sola denuncia y sin prueba alguna. Dos semanas después, 40 efectivos desafectados y sin trabajo se presentaron espontáneamente con el título de propiedad del bien inmueble que poseen, pero nada cambió.

Asimismo, hace escasos días, el oficial Damián Hoste fue filmado robando un pen drive de una oficina. En respuesta, el flamante Auditor General firmó su desafectación esa misma tarde. 

Pero los gestos de transparencia parecieran estar destinados solo a quienes no se encuentran dentro del círculo íntimo de Berra.

Por caso, recientemente la directora General de Administración, Verónica Ferriño, detectó un enorme desfasaje de dinero en la administración de combustible a cargo del teniente Pablo Raúl Aguirre, quien ostenta el cargo de jefe de Choferes, en un monto no menor a 300 mil pesos mensuales. Este funcionario policial responde a las órdenes de Demian Smoler, un joven sin título fui diploma que Berra seleccionó como director de Logística por el solo hecho de conocerlo de la Legislatura porteña. A su vez, esta persona oficia de intermediaria entre el flamante jefe de Choferes y la señora directora General de Administración. 

Ferriño, al descubrir semejante delito, radicó una denuncia interna ante Mariano Santana, pero en vistas del momento político y las “transparentes labores” realizadas en contra de la corrupción policial, Guillermo Berra puso paños fríos pidiendo discreción. Como resultado, actualmente Aguirre continúa en funciones, prestando servicio en la Auditoría pero gozando plácidamente de su licencia anual. Lógicamente a la Fiscalía Penal no llegó comunicación alguna.

Por casos como el anteriormente citado, no son pocos a los que les llama la atención el poder que detentan algunos funcionarios como así también el poder adquisitivo del teniente Aguirre, quien maneja una Toyota Corolla cero kilometro, tiene cuatro aires acondicionados y recientemente compró dos grupos electrógenos (todo eso sin contar la sumatoria de lujos que a diario adquiere tanto para su esposa como para su amiga Carla Nuñez, quien se desempeña como relatora de la Auditoría).

La situación también saca a relucir la existencia de fuertes contactos, siendo uno de ellos Matías Avecilla, la mano derecha de Berra y oficial ayudante con cargo de director y cinco años de antigüedad. Al momento de su nombramiento, Avecilla despertó un gran debate dentro de las fuerzas, considerando el capital humano existente y que lo más destacable de este policía son los viajes en barco que realiza todos los fines de semana con el Auditor General.

Finalmente, no es un dato menor que recientemente un chofer solicitó audiencia con Berra, transmitiéndole las irregularidades que estaban a simple vista tanto en el subsuelo como en las auditorías preventivas de la que parecía una transparente gestión, pero de ello solo resultó su traslado y su posterior silencio. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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