Persecución política: Era trapito, se recibió en la universidad y Ducoté lo echó por pensar distinto

La gestión del intendente de Cambiemos Nicolás Ducoté al frente de Pilar pareciera ir de bache en bache. Despertaron alarma sus vinculaciones con José Bayron “Piedrahíta” Ceballos, un reconocido sobreviviente de las generaciones de narcos que nacieron y acompañaron el auge y la caída de Pablo Escobar Gaviria. Sus decisiones, duramente cuestionadas por vecinos y dirigentes políticos opositores, ahora también reciben fuertes críticas de sus propios aliados e, incluso, de los empleados de su municipio.

Hace pocos meses se apartó de su lado Daniel Liberé, un concejal del espacio oficialista. A la hora de hacer pública su decisión, escribió una carta que difundió en medios locales y redes sociales donde pide disculpas por “haber confiado en el criterio de Ducoté para administrar los recursos locales”.

Hace pocas horas, la administración del intendente de Pilar recibió un nuevo golpe público. Un empleado, recientemente despedido de la administración del Municipio, decidió hacer públicas las razones por la que lo echaron y rogó a Nicolás Ducoté por una reconsideración de la decisión tomada.

“Le escribo esta carta para contarle cómo su decisión afectó mi vida y la de mi hija, y lo hago desde el más absoluto respeto. Tengo veintisiete años y vivo en el barrio Los Tilos desde que tengo tres. Terminé la escuela en la nocturna de Del Viso. A los catorce años empecé a cuidar autos en un conocido cementerio de Pilar. Allí conocí a personas que me apoyaron e incentivaron a que estudiara una carrera terciaria. Así fue que conseguí una beca para hacer el Profesorado de Educación Física y empecé a trabajar en la Municipalidad de Pilar”, comienza la carta de Fernando Trillo.

Más adelante, aclara que “siempre trabajé con compromiso y responsabilidad, y con una fuerte vocación de servicio; y los distintos jefes y compañeros que tuve pueden dar fe de ello. El 25 de octubre de este año me despidieron de mi trabajo. La causa de mi despido no fue mal desempeño ni exceso de personal en el área, sino que fue persecución política. Es cierto que no comparto muchas ideas del actual gobierno, pero creo que el trabajo público es un trabajo de servicio que no debe juzgarse por las ideologías políticas. Tenía entendido, que usted creía lo mismo; porque eso es lo que decía durante la campaña”.

Finalmente, Trillo aclara que tiene una pequeña hija y que todo su sacrificio estuvo y está apuntado a que “ella no tenga que pasar por las mismas cosas que pasé yo”, y ruega “que reconsidere su posición y la decisión respecto de mi trabajo. No pido regalos, ni favores; sólo pido trabajar, para poder seguir creciendo en mi vida profesional y personal. Señor Intendente, usted tuvo muchas oportunidades; no me quite a mí lo poco que gané con mi esfuerzo”.

Por estas horas, a las autoridades del gobierno provincial no les cabe la menor duda: El intendente Ducoté volvió a tomar otra decisión de las suyas, de esas que de tan erradas levantan una polvadera política cada vez más difícil de disipar. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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