La Cámpora, más vacía que el randazzismo: Ottavis pegó el portazo

En el reducto ultrakirchnerista que La Cámpora posee en la Legislatura bonaerense no ven la hora de que se termine el 2017. Derrotas en casi todas las casas educativas de la provincia, afuera de la FULP, papelón en octubre y excluida del Partido Justicialista, las cosas no podrían haberle salido peor. Tanto ha disminuido su poder, que el eje de sus discusiones internas dejaron de ser el futuro económico del país o el destino de los cientos de millones de pesos en contratos que manejaban mensualmente, y ahora parecieran girar alrededor del llavero del despacho de Máximo Kirchner en el Congreso o si a Wado de Pedro, en las comidas del PJ bonaerense, lo sientan cerca o lejos del plato de Martín Insaurralde.

El último intento, cansado y rebuscado, de La Cámpora para retener algo del poder de antaño fue trazarse internamente el objetivo de unir a todos los legisladores peronistas en un único bloque referenciado con Unidad Ciudadana. Tal vez juntos pudieran ofrecer una oposición orgánica al sector de Cambiemos.

No obstante ello, de cara a unos próximos dos años muy difíciles, el peronismo decidió arrancar el nuevo ciclo dividido en, al menos, tres frentes dentro de la Cámara de Diputados bonaerense. La Cámpora retendrá un grupo de dirigentes que pretendía liderar la ex decana de la facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, Florencia Saintout, que recibió sin embargo un trato frío y distante de sus futuros colegas, quienes dejaron en claro que no piensan seguir a la aliada política de Hebe de Bonafini. Como reemplazo suenan Walter Abarca; Facundo Tignanelli y Carlos “Cuto” Moreno.

José Ottavis se decidió a pegar el portazo y abandonar el barco de La Cámpora, y ahora pretende escapar del unibloque atrayendo la atención de la diputada camporista Rocío Giaccone, quien está siendo objeto en este momento de numerosas negociaciones para retenerla en su bloque original.

En un tercer espacio dentro del peronismo se ubican las diputadas Alejandra Martínez y Patricia Cubría, quienes se afincaron en el randazzismo y no parecieran tener ninguna intención de unirse a Unidad Ciudadana.

El eje de la cuestión, por estas horas, pareciera girar en torno a la figura de Máximo Kirchner. Salvo los integrantes de La Cámpora, nadie más tiene intenciones de ser dirigido por el hijo de la ex presidente desde su escritorio en el Instituto Patria. Para la mayoría de los peronistas, incluyendo intendentes y gobernadores por igual, el kirchnerismo ha tocado su fin y el futuro, incierto, de Cristina Fernández se reduce a una dicotomía simple pero contundente: permanecer, como Carlos Saúl Menem, de por vida en el Congreso o terminar en la cárcel. (www.REALPOLITIK.com.ar)

APOYÁ A
REALPOLITIK

Periodismo independiente.
Información sin censura.

COLABORÁ DESDE $290 POR MES

COMENTÁ / VER COMENTARIOS