La FULP marchó pidiendo más presupuesto en la UNLP: “Tenemos un alto nivel de deserción”, advirtieron

Previo a la sesión del Consejo Superior, la Federación Universitaria platense marchó al Rectorado para pedir más presupuesto en el 2018 y un plan para evitar la deserción. En diálogo con REALPOLITIK, el presidente de la FULP Mateo Compagnucci expresó: “Hay un conjunto de cuestiones y políticas que la Universidad sostendría, pero nosotros queremos ir por más”.

A continuación, la entrevista completa.

RP.- ¿Qué exigieron en la movilización de este lunes?

La semana pasada hicimos un plenario de diferentes fuerzas estudiantiles convocado por la Federación para poder discutir esta coyuntura, lo que es el modelo educativo que está planteando el macrismo. y cuál planteamos nosotros. Obviamente eso estuvo cruzado con el presupuesto universitario. 

En ese marco se tomó la definición de hacer una movilización hasta el Rectorado, para que conozcan de primera mano cuáles son las principales reivindicaciones, necesidades y problemas que tenemos como estudiantes en cada una de las facultades.

Constituimos un pliego de demandas, y uno de los principales puntos es más presupuesto para la educación. Además, la gran preocupación que tenemos es la deserción, el desgranamiento de la matrícula. Ingresa una determinada cantidad de estudiantes y egresan muy pocos, quedan un montón en el camino. Hay que evaluar qué espacios vamos a generar desde la Universidad, desde todos los claustros, para poder garantizar la permanencia y el egreso. 

RP.- ¿Se reunieron con autoridades del Rectorado?

Sí, con Patricio Lorente (prosecretario general de la UNLP) y pusimos en común el pliego. Y también hicimos la pregunta de si esas reivindicaciones estaban o no contempladas en el presupuesto. Lo que hoy propone la Universidad se da en una coyuntura particular: este año es la primera vez que se va a votar el presupuesto de la UNLP sin que se apruebe el presupuesto a nivel nacional.

El macrismo lo va a hacer a fines de este año, o a principios del año que viene, en una sesión extraordinaria. La UNLP lo va a aprobar mañana. El aumento de este presupuesto es del 26 por ciento, el tema es que en el período 2016-2017 el aumento fue del 42 por ciento. Una de las áreas que más nos interesa a nosotros es la de Bienestar Estudiantil, el año pasado tuvimos un 35 por ciento de aumento y este año sería un 25. 

Hay un conjunto de cuestiones y políticas que la Universidad sostendría, pero nosotros queremos ir por más. Entendemos que hay demandas y problemas que solo se solucionarían, por ejemplo, con el comedor turno noche, mayores plazas en el albergue, aumento de las becas y más presupuesto. 

RP.- ¿Concretamente, para qué serviría el aumento?

Para que haya más bandas horarias, para que los estudiantes puedan tener cursadas de verano, para que se garantice la política de cursos de ingreso. Y obviamente exigir mayor articulación entre las materias de primer y segundo año, pensar las carreras en términos integrales y laburar entre todos para que haya menos deserción. 

El presupuesto ya tiene dictamen de diferentes comisiones. Es una propuesta que, entendemos, ya tiene un consenso de diferentes actores y estaría aprobado. Nosotros como movimiento estudiantil lo estamos discutiendo, porque es una propuesta con la que quedamos a mitad de camino: conserva un montón de derechos pero no nos permite avanzar por otros, que creemos que son fundamentales. 

La propuesta es del 26 por ciento, pero la inflación crece y el tarifazo ya está implementado. El presupuesto destinado para las universidades nacionales en términos de gastos generales, es del 0 por ciento. Es decir, todo esto se da en el marco de un presupuesto de ajuste. 

RP.- ¿A qué conclusión llegaron con Lorente?

Pusimos en común cuáles son las principales reivindicaciones que tenemos. Algunas se vienen trabajando y hay un compromiso de la Universidad para continuar en esa línea de trabajo. Pero concretamente, hoy ese presupuesto no contempla ni el comedor turno noche, ni el módulo 3 del albergue, el aumento de becas es de un 25 por ciento y nosotros entendemos que tiene que ser más.

El ajuste repercute directamente en nuestras familias y nuestra condición de estudiantes. El nivel de deserción es alto, estamos muy preocupados en ese sentido. Esto responde a una política de ajuste a nivel nacional y provincial, pero nosotros le tenemos que exigir a la Universidad que tenga un rol activo para garantizar la permanencia.

Durante muchos años tuvimos una heterogeneidad en términos de sectores y clases sociales en la Universidad. Hoy empieza a haber una homogeneidad, de vuelta, de la clase media y media alta, porque los sectores populares cada vez son menos. Porque tienen que trabajar, o porque deciden hacer un terciario o una carrera técnica que quizás tome menos años. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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