23 de diciembre de 2017 | Municipales

Exclusivo REALPOLITIK

Ajuste feroz: Gustavo Ferrari dejó sin trabajo a 20 familias en la semana de Navidad

El Centro de Asistencia a las Víctimas de la ciudad de La Plata, ubicado en la intersección de las calles 2 y 55, amaneció empapelado por el reclamo de los 20 trabajadores despedidos, que ruegan por su reincorporación al trabajo. “Todo se hizo de un modo brutal. Nadie nos avisó que nos iban a despedir"

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Como suele ocurrir en contextos de ajuste, cada modificación, cada cambio, implica un nuevo achique estructural del que se desprenden familias enteras que pasan a quedar en la calle. Hace apenas unos días, el ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Germán Garavano, había firmado un convenio de cooperación con su par de la provincia de Buenos Aires, Gustavo Ferrari, duramente cuestionado por rumores de coimas y sobornos tanto en licitaciones públicas como en el Servicio Penitenciario Bonaerense, dependiente de su cartera.

A través de dicho convenio, se buscó coordinar las acciones entre los Centros de Asistencia a las Víctimas (CAVAJ) de la provincia de Buenos Aires, las Casas de Justicia de la Procuración General, dependientes de Julio Conte Grand, y los Centros de Acceso a la Justicia (CAJ) de la Nación. El acuerdo buscaba compartir sedes, recursos humanos y agilizar los trámites.

Lo que no especificaba el documento es que, en la búsqueda de una mayor eficiencia, se procedería a despedir a la mayor cantidad de personal posible. Desde el punto del gobierno, implica una reducción de los gastos en salarios, pero desde el punto de vista de las familias que quedan en la calle, significa un aberrante acto de injusticia.

De este modo, el Centro de Asistencia a las Víctimas de la ciudad de La Plata, ubicado en la intersección de las calles 2 y 55, amaneció empapelado por el reclamo de los 20 trabajadores despedidos, que ruegan por su reincorporación al trabajo. “Todo se hizo de un modo brutal. Nadie nos avisó que nos iban a despedir, ni siquiera nos ofrecieron la posibilidad de continuar trabajando en otro lado. El ministro Ferrari no se detuvo ni un segundo a pensar qué será del futuro de los empleados despedidos. Simplemente se le ocurrió que 20 personas menos implican 20 sueldos menos. Listo. Nunca consideró que hacer esto, de esta manera, implica dejar a 20 familias en la calle de un día para el otro, a horas de la Navidad. No sé con qué cara voy a mirar a mi familia el 24 a la noche”, confesó Analía, una de las trabajadoras despedidas. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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