Empezar el año sin trabajo: Cronología de los 180 despidos en la UEP

Incertidumbre, estado de alerta y tristeza colectiva. Despidos anunciados vía mail y la promesa de un nuevo contrato que finalmente no reconoce antigüedad, vacaciones ni aguinaldo. La historia de los despidos en la Unidad Ejecutora Provincial (UEP) que tiene en vilo a los trabajadores estatales.

Era una "planta" de 380 trabajadores, aunque ninguno estaba en planta permanente. Los ingresados en 1994, con la creación de la UEP, compartían la precarización con otros más recientes: Todos tenían régimen de contrato, que hacia fin de año se renovaba por 365 días más. Hasta hoy.

Los rumores de la no-renovación empezaron a correr como un reguero de pólvora a principios de diciembre, un mes marcado por el caos y los fantasmas de la represión, el desempleo y el hambre que se vivió en las calles a finales del 2001. Esta vez el miedo estaba justificado: A mediados de mes, varios trabajadores contaron a REALPOLITIK que existía el rumor de una lista de 140 despidos. Y el viernes 29, dos días antes de Año Nuevo y sobre el fin de la semana para no tener problemas sindicales, fueron despedidos vía mail 180 trabajadores. 

Los 200 restantes recibieron una promesa, también vía mail: "La Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE) desea incorporarlo a sus equipos de trabajo", decían desde la subsecretaría Administrativa, y los citaban del 2 al 4 de enero "a fin de rubricar el contrato que lo vinculará a la misma, si su deseo es sumarse a nuestros planteles". 

Una importante cantidad de trabajadores despedidos -entre arquitectos, administrativos y contadores- pasó Año Nuevo en la dependencia. Fue en el marco de la toma pacífica que comenzó el 29 mismo, cuando fueron notificados del cese de contratos y la disolución de la UEP.

¿AJUSTE POLÍTICO?

La UEP era el ente encargado de licitar y ejecutar obras de infraestructura para las más de 15 mil escuelas bonaerenses. Diego Taurizano, director del organismo, brilló por su ausencia hasta el momento de la disolución. Antes, cuando los trabajadores fueron a pedirle una reunión para calmar la incertidumbre, Taurizano los "recibió" con dos policías en la puerta. Recién el 29 confirmó que habría despedidos y que los mismos serían notificados a través de un mail. 

Este martes 2 de enero fue el primer día de convocatoria para los no despedidos. Desde la DGCyE les ofrecieron otro contrato con similares -o peores- características que el anterior: Mismo salario, un año de duración, regulado por la ley de Emergencia Administrativa -que vence en mayo de este año-, sin reconocimiento de antigüedad, sin vacaciones ni aguinaldo. Además, los recontratados pasarán a estar dispersos entre las ocho áreas en la esfera de la DGCyE.

En su página web, la Dirección advirtió que la decisión de disolver la UEP se tomó al descubrir una "superposición de tareas y funciones en distintas áreas entre la UEP y el Ministerio de Educación bonaerense". "Cabe aclarar que los trabajadores mantenían una relación con el área mediante contratos anuales que vencieron el 31 de diciembre de 2017. La mayoría de ellos serán reubicados y se les asignarán nuevas tareas dentro del Ministerio de Educación bonaerense", añade, bastante sesgado, el comunicado de Educación.

Con este recorte, que lejos está de ser político, el gobierno de María Eugenia Vidal y la Dirección de Gabriel Sánchez Zinny pretenden achicar la tajada de "gasto" público que antes tenían en sueldos y bonificaciones en negro. Sin embargo, quedan en el aire más de 200 millones de pesos en obras, con procesos licitatorios por la mitad y un desorden administrativo total. Según el comunicado oficial, a partir de este mes todas las obras se ejecutarán desde la Dirección Provincial de Infraestructura Escolar (DPIE) y la subsecretaría Administrativa.

DIVIDE Y REINARÁS

Entre los ex trabajadores de la UEP convocados este martes hay pocas certezas. Les ofrecen algo que firmar; de lo contrario no saben si podrán poner el pan sobre la mesa en un 2018 que comenzó sin trabajo y con cientos de compañeros en igual situación. Quieren luchar, pero saben que también hay que vivir. Y conocen, cada vez más a la perfección la lógica que el gobierno bonaerense expuso en los últimos días: Despedir a diez, negociar y readmitir a cinco. Nadie quiere que eso pase en la UEP y por eso insisten en mantener una reunión con las autoridades.

"Taurizano, Taurizano, no te lo decimos más, si ahora no nos recontratan, qué quilombo se va a armar". Así gritaban esta mañana cientos de trabajadores, organizaciones sociales y seccionales gremiales frente a la DGCyE, en calle 13 entre 56 y 57. Mientras, el edificio de calle 8 entre 46 y 47 donde solía funcionar la UEP continuaba tomado, aunque las autoridades pidieron -sin éxito- al personal de seguridad que baje las persianas.

Uno de los comodines del Ejecutivo es el cese de alquiler del espacio, ya que la DGCyE se rehusó a renovar este año. Así, si en estos días no se resuelve el conflicto, podrían llevar adelante medidas judiciales con desalojo y fuerzas de seguridad incluidas. Otro de los datos a tener en cuenta es el precedente que sientan estos despidos: Entre los echados hay cinco representantes gremiales, dos del cuerpo de delegados, dos autoconvocados y uno de la junta interna de ATE. En el ministerio de Producción, donde también resolvieron "barrer" a los contratados, hay dos delegados en la misma situación. 

En principio, este martes se reunieron el secretario general de  ATE, Oscar de Isasi, y el jefe de gabinete  del ministerio de Trabajo, Federico Belezze. Discutieron sobre la forma de resolver los conflictos abiertos en distintos puntos del territorio y el gremio trató de avanzar sobre la reincorporación de todos los trabajadores despedidos en el estado. Este miércoles, los trabajadores serían recibidos por Manuel Sanguinetti, de la subsecretaría Administrativa de la UEP. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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