Azul se moviliza por el cierre de la fábrica Fanazul: “Es una estrategia del gobierno muy perversa”

El gobierno de Cambiemos decidió cerrar la fábrica de explosivos de fabricaciones militares Fanazul, ubicada en la ciudad bonaerense Azul. De acuerdo a lo que manifiestan sus trabajadores, la acción se realizó de manera violenta dejando 268 trabajadores despedidos. La decisión de cerrarla se fundamenta en bajar el déficit, cuando el real motivo es que la fábrica cuenta con 1200 hectáreas productivas en una de las mejores zonas de la provincia y la sociedad rural de Azul está interesada en explotarlas. En diálogo con REALPOLITIK, la referente gremial en ATE Vanina Zurita expresó: “Nunca pensamos que iban a cerrar la fábrica”.

A continuación, la entrevista completa.

RP.- ¿La fábrica se cerró de un día para el otro?

Hacia nuestro sector hubo una advertencia o “sinceramiento” del interventor Díaz, de que iba a ver despidos, porque fabricaciones militares tiene varias sedes, no solo Fanazul, hay dos en Córdoba, una en Santa Fe, Beltrán, y otra en Belgrano.

Comenzaron los despidos alrededor del 30 de noviembre en cada una de las unidades productivas, ante sede central, sabíamos que nos iban a ir llegando las notificaciones pero nunca pensamos que iban a cerrar la fábrica. No hubo ni tampoco hay hasta el momento una comunicación oficial.

RP.- ¿Cómo se realizó procedimiento?

Nosotros estuvimos hasta el día jueves en la fábrica pensando que el día viernes iba a ver un asueto, porque habían hecho correr ese rumor, pero no fue un asueto, fue una intervención. Los trabajadores regresaron a sus hogares pensando que al otro día tenían el asueto y luego volvían a trabajar.

En ese intervalo, alrededor de las 14.00 del jueves, les piden las llaves a uno de los encargados para dárselas a los choferes de sede central, con la excusa de que tenían que revisar algo. Lo cierto es que tenían agazapado a tres choferes que eran de sede central, los cuales se llevaron nuestros colectivos a Villa María. Nos enteramos cuando los colectivos ya iban por la ruta, porque los mismos trabajadores los vieron, y después tuvimos la confirmación de los compañeros de Villa María.

Nosotros volvimos a la fábrica a intentar hablar con el director, si bien estaba militarizada desde hace unos días, en ese momento directamente nos prohibió el ingreso la Policía Federal. Y a partir de ahí no tuvimos ningún tipo de comunicación oficial.

RP.- ¿Por qué sostienen que el gobierno quiere cerrar la fábrica?

Porque no solo se llevaron los colectivos, sino que también nos enteramos por parte de los compañeros de las otras fábricas de Villa María, que estaban apurando a los demás trabajadores para que vinieran a hacer algún tipo de desmantelamiento en nuestra planta. O sea que es más que un indicio, que lo que quieren hacer es cerrar nuestra fábrica que tiene 258 trabajadores, de los cuales 230 son contratados, y no se les va a renovar ese contrato. Con lo cual es imposible mantener una fábrica con 38 trabajadores que son de planta permanente.

Hay dos cosas: una es la cantidad de trabajadores que quedan en la calle, y la otra es el inminente riesgo que se corre dentro de una fábrica.

La vez pasada hicimos una denuncia en el fuero federal porque dentro de los polvorines de las fábricas hay acopiadas de explosivos, y al no permitir entrar a los trabajadores contratados que ocupan los servicios esenciales -como por ejemplo la regulación del agua, el control de los tableros, la vigilancia-, pone en peligro a la planta, a los trabajadores que están allí y a todo el barrio que vive en la zona de la fábrica. Sede central ha dejado desprovistos de estos servicios a la fábrica. Si hay un caso de incendio, no tenemos quien maneje la autobomba, no están garantizadas las condiciones mínimas de seguridad. Los 38 trabajadores que están en planta permanente, no sé si están capacitados para poder estar a cargo de los servicios esenciales. Y hoy hay riesgo de explosión.

RP.- ¿El motivo del cierre cuál es? ¿Es cierto que quieren hacer un emprendimiento inmobiliario en la zona en donde funciona actualmente la fábrica?

Ese es un rumor muy fuerte. A nosotros nadie nos dijo oficialmente que la fábrica cerró. Es más, hasta parece una tomada de pelo, porque cuando uno llega a la fábrica se encuentra con un cartelito que dice que por cuestiones de operatividad va a estar cerrada la fábrica hasta el 13 de febrero. Cuando en realidad se han llevado los colectivos y están tratando de desmantelar la planta.

Es una medida casi asesina, no solo por lo que esto produce en nuestro pueblo con las 230 familias en la calle, sino por haber cerrado la fábrica en esas formas tan abruptas, sin mediar ningún tipo de seguridad. Actualmente la planta está militarizada, con agentes que deambulan por lugares prohibidos por reglamente interno, violando las normas de seguridad, fuman en lugares inapropiados… Es un peligro constante.

RP.- ¿Cuáles son las medidas que ustedes van a tomar como gremio ante esta situación?

Estamos cortando la ruta 3, contamos con gran apoyo de la comunidad, de las organizaciones sociales, sindicales y partidarias porque este es un cimbronazo muy fuerte para nuestra comunidad.

Este jueves vamos a tener una reunión con el comité de crisis junto al ejecutivo local, para poder tener un canal de diálogo con las autoridades de fabricaciones militares.

Es una estrategia del gobierno muy perversa, nosotros venimos desde hace más de dos meses con la espada de Damocles por el tema de los despidos. Y nos dan la estocada final cerrando nuestra fábrica, con lo que eso significa para nuestra economía y los trabajadores de nuestro pueblo. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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