Nada nuevo bajo el sol: Los hijos de Solita Silveyra, ex de Hernán Lombardi, acomodados en el estado

Del dicho al hecho hay, definitivamente, mucho trecho. Cuando Mauricio Macri anunció con bombos y platillos, a comienzos de este año, el decreto que prohibiría las designaciones de familiares dentro de la administración pública nacional pareció que se terminaba para siempre el nepotismo en la Argentina. Al menos lo pareció por un momento, hasta que la sociedad se dio cuenta que la decisión estaba viciada de lagunas y espacios vacíos creados con el firme propósito de permitir, paradójicamente, cada vez más parientes.

De este modo, aunque la medida se tomó en el nivel nacional, la mayoría de las provincias se plegaron inmediatamente y detrás de ellas, casi todos los municipios en donde mandase un intendente de Cambiemos. Total, en los hechos, la medida no cambiaba nada.

El decreto alcanzaba parentescos de hasta segundo grado de consanguinidad y no incluía aquellos elegidos por el voto popular. Además, era de acatamiento optativo en todos los órdenes que no pertenezcan a la estructura nacional. De este modo, por ejemplo, el intendente de Olavarría Ezequiel Galli acató la decisión publicándola en las redes, porque no tuvo que echar a ninguno de los 15 primos nombrados en la administración municipal. En las cuentas finales, cuando los bombos y platillos del anuncio inicial se apagaron, sólo renunciaron 12 funcionarios en todo el país. Doce, en una estructura de más de 50 mil personas, viciada hasta la médula de parientes.

Es acorde a esta misma metodología que los hijos de Solita Silveyra, ex mujer de Hernán Lombardi, accedieron a la estructura del estado y no tienen pensado irse. El primero en ingresar fue Baltazar Jaramillo, quien se hizo cargo de la Radio Ciudad AM 1110, perteneciente a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en diciembre del 2012, cuando Mauricio Macri era jefe de Gobierno y necesitó cambiar de estrategia comunicacional para esquivar el golpe político que significaron los 106 vetos de su gestión. Baltazar, en aquel entonces, transitaba Canal 7 junto a Antonito De la Rúa y auspiciaba su carrera su padrastro y ministro de Cultura, Hernán Lombardi. Defensores del decreto anti familiares, abstenerse.

La historia de su hermano Facundo resulta aun más preocupante. Si bien es empresario turístico, propietario de la empresa ALFA CRUX SRL, por alguna razón fue beneficiado con un salario de 18 mil pesos mensuales del ministerio de Hacienda porteño desde mayo de 2013 a diciembre de 2016, cuando renunció al beneficio. Atención: no renunció porque le pesara el nepotismo de Hernán Lombardi y el fiscal José María Campagnoli, ex parejas de su madre, sino porque asumió como subdirector del Archivo General de la Nación (AGN).

A pesar de no contar con ningún pergamino en la materia, mágicamente fue elegido para el cargo con un salario bruto cercano a los 70 mil pesos mensuales. Esto ocurrió en medio de una preocupante ola de despidos en el archivo. Desde hace apenas unas horas, Facundo respira más tranquilo. Después de más de un año de ejercer la función y cobrar sin papeles que respalden su rol, ya salió oficialmente su nombramiento en el Boletín Oficial. Un último dato: Asume con “autorización excepcional por no reunir los requisitos mínimos establecidos en el artículo 14”. El decreto anti familiares y los concursos públicos, por ahora, quedan para otro momento. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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