Cuenta regresiva: Si el 1 de abril no cobran, los proveedores paralizarían la provincia

La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, avanzó con una iniciativa tan necesaria como acuciante: Terminar con el papeleo en la burocracia bonaerense. Desde el inicio mismo de la gestión, la “despapelización” de la provincia provocó duros encontronazos entre funcionarios, que aseguraban que los expedientes se trasladaban en carretillas, y trabajadores del Estado, que admitían la acumulación pero afirmaban que el sistema era eficiente.

Al finalizar su mandato, el otrora jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires entre el 2003 y el 2006, Jorge Telerman, instauró el Sistema Integrado de Gestión de Administración Financiera (SIGAF), que proponía abarcar todo el universo administrativo en un solo procedimiento, nucleando todas las dependencias e informatizando toda la documentación para un manejo más dinámico y ecológico.

Cuando el actual presidente de la nación, Mauricio Macri, se hizo cargo de CABA, implementó con éxito el mismo sistema, que benefició en gran medida a los proveedores del Estado. Con él, éstos pueden seguir en tiempo real los expedientes, órdenes de compra y la ejecución presupuestaria de cada cartera.

Sin tomar en cuenta el alarmante atraso tecnológico que impera, las autoridades bonaerenses decidieron estrenar el mismo sistema en la provincia de Buenos Aires. Sin contar con capacitación alguna, los trabajadores se encontraron de la noche a la mañana con un sistema completamente nuevo, con un sinfín de complicaciones. Por ejemplo, en algunos hospitales se hace imposible utilizarlo porque las oficinas no cuentan con escáner. En otras, el personal simplemente no sabe utilizarlo. Existen incluso situaciones insólitas, como que en la secretaría del Teatro Argentino de La Plata le enviaron todos los expedientes a un correo electrónico en desuso y luego los eliminaron de sus sistemas, por lo que la información simplemente desapareció.

Ante este escenario de caos absoluto, el resultado ha sido una demora que ya lleva tres meses y que promete estirarse, como mínimo, otro mes más, en el pago de los expedientes de los proveedores.

Planteado este problema ante la Contaduría General de la Provincia, las autoridades respondieron que “el sistema fue pedido personalmente por la gobernadora de la provincia de Buenos Aires. Puede que ahora no funcione adecuadamente, pero ya no hay marcha atrás”. Acorde al propio Gastón Messineo, Contador General, “estamos atravesando problemas que son entendibles cuando uno intenta dejar atrás un sistema obsoleto para pasar a otro transparente”.

Incluso desde Gobernación reforzaron la propuesta, asegurando que muchos proveedores se quejan porque “saben que de este modo vamos a controlar todo más de cerca, y que el segundo paso es un control exhaustivo del cumplimiento al pie de la letra de los pliegos. Es justamente en ésta área en donde hacen la mayor diferencia, y esto les da miedo”.

Mientras tanto, proveedores de toda la provincia comienzan a entrar en un “cuello de botella”, dado que los sueldos, alquileres, cuotas, contribuciones, aportes, sindicatos y demás gastos corrientes deben seguir siendo cubiertos, pague o no pague el Estado, lo que implica un serio riesgo trasladado en el tiempo. En este escenario, se despegaron de la posición dialoguista de las autoridades de la Federación de Mayoristas y Proveedores del Estado (Femape), a quienes acusaron de tener “sus propios acuerdos” con las autoridades provinciales, y advirtieron que “si el 1 de abril no se paga, se paralizan los servicios más importantes de la provincia”. (www.REALPOLITIK.com.ar)

APOYÁ A
REALPOLITIK

Periodismo independiente.
Información sin censura.

COLABORÁ DESDE $290 POR MES

COMENTÁ / VER COMENTARIOS