Cierre de bases de la AFI y la labor delictiva de los “patanegras”

Hace apenas un mes, REALPOLITIK informaba en forma exclusiva que la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), a cargo del investigado por corrupción Gustavo Arribas, había cerrado las bases ubicadas en Pilar, Quilmes, Morón y San Isidro, para semanas después inaugurar una lujosa oficina en Miami. 

La decisión, impulsada por la segunda de Arribas, Silvia Majdalani y sus constantes viajes a la península norteamericana, levantó revuelo puertas adentro de la Policía Bonaerense, dado que los que comandaban dichas delegaciones eran comisarios retirados de la mencionada fuerza. A raíz de esto, no fueron pocos los “patanegras” -así llaman los agentes de la AFI a los trabajadores de la Policía Bonaerense- que dejaron correr rumores infundados de supuestos videos, escuchas y seguimientos que formarían parte de un negociado de grandes proporciones entre la AFI y concejales e intendentes del Conurbano bonaerense. 

La trama, no obstante, pasaría por otro lado. Las delegaciones clausuradas eran manejadas por comisarios que, en su enorme mayoría, fueron separados entre escándalos e investigaciones. En virtud del conocimiento que poseían de los manejos de la fuerza, se los reincorporó a cargo de la Agencia Federal de Inteligencia. No obstante ello, una vez asumidos en el cargo se dedicaron a todo tipo de actividades delictivas, especialmente en relación a las cajas chicas que poseían a su cargo y discreción. 

Entre estos comisarios, Daniel Salcedo, líder de la base de Quilmes y perito reconocido de la causa que investiga la muerte de Alberto Nisman, era uno de los que más control tenía en sus manos, hasta que fue separado por oscuros manejos en las boletas de compras.

El asunto encontró su fin cuando, bajo órdenes explícitas de presidencia de la nación, fueron obligados a rendir sus trabajos en el territorio. Fue entonces cuando se descubrió que no habían investigado nada, sino que se habían dedicado a “administrar” las cuantiosas cajas chicas. En consecuencia, fueron primero intervenidos y luego separados, nuevamente, de la fuerza. 

De este modo, la idea original de mantener las bases en funcionamiento como satélites de la delegación de la capital bonaerense se extinguió rápidamente cuando Gustavo Arribas decidió cerrarlas y pasar toda la materia a la jurisdicción platense. (www.REALPOLITIK.com.ar) 

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