Maria Eugenia Vidal en Expoagro y el juego de las obviedades discursivas

Esta semana empezó Expoagro en la localidad bonaerense de San Nicolás, y tanto en la gala previa a la inauguración como en la apertura formal, el oficialismo aprovechó la ocasión para reforzar su vínculo con el sector agropecuario. En una cena que se llevó a cabo en la noche del lunes 12 de marzo, y contó con la presencia de representantes de la organización y la gobernadora María Eugenia Vidal, la funcionaria esbozó frente al auditorio una línea discursiva similar a la exhibida en la apertura de sesiones legislativas.

Vidal es una habitué de la muestra organizada por los diarios Clarín y Nación, y lo reconoce sin tapujos: “Esta es una tradición que tenemos hace años, de acompañar a Expoagro, aun antes de haber sido gobierno”, comentó, ante la mirada complaciente del auditorio, compuesto por los personajes más selectos de la agroindustria argentina, y las primeras líneas de la cartera agropecuaria nacional.

Como en cada velada, no faltaron las frases de ocasión, y en este caso recurrió a metáforas de corte arquitectónico: “La agroindustria es el puente que va a unir a la Argentina con el resto del mundo y la provincia de Buenos Aires es la mitad de ese puente”. La gobernadora siempre recurre a esas comparaciones, como cuando mencionó -en la presentación de Expoagro que se llevó a cabo en La Plata en septiembre de 2016- que “Buenos Aires es el Boca Juniors de la agroindustria nacional”.

La gobernadora aprovechó sus minutos en la noche de San Nicolás, y en sintonía con su discurso del pasado 1 de marzo, hizo referencia al mantenimiento de los 12 mil kilómetros de caminos rurales que se realizará hasta 2019. En esta instancia, incurrió en un error de cálculo, al señalar que estos caminos son “los vinculados a las cuencas productoras, y sobre todo a las cuencas lecheras, queremos que los tambos puedan sacar mejor su producción”.

En el auditorio recibió tibios aplausos, pero en las redes sociales más de un productor tambero se mostró sorprendido por esta mención. El menor de los problemas que en estos momentos enfrentan estos productores es el estado de los caminos: reciben un precio por litro producido por debajo de sus costos de trabajo, la seca amenaza seriamente su disponibilidad forrajera y la presión impositiva es asfixiante.

La frutilla del postre llegó cuando habló de las dificultades climáticas que atravesó la producción agropecuaria bonaerense y señaló que los productores “no van a atravesar solos este camino, como no los dejamos solos en cada lluvia”. En notas anteriores hemos mencionado en detalle el descontento de los dirigentes gremiales agropecuarios de Buenos Aires por la demora en la implementación de la ley de Emergencia Agropecuaria, y la batalla a brazo partido de CARBAP para evitar la desproporcionada suba del impuesto Inmobiliario Rural.

Para los productores, agobiados con la falta de lluvias, una cosecha gruesa que cada semana cae en sus proyecciones y un aumento constante de impuestos, servicios y costos de trabajo, las palabras bienintencionadas de la gobernadora suenan a burla. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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