Zarate, la costa de vanguardia

En tiempos anteriores a la conquista, estas tierras estaban ocupadas por diversas tribus, especialmente los chanás, un pueblo originario del delta del norte bonaerense. Después de la conquista española, en esta zona el aborigen fue totalmente desplazado.

Se fundó Buenos Aires y los españoles necesitaron ampliar su dominio territorial. Y el actual partido de Zárate ostentaba una categoría de gran importancia geopolítica, por su acceso al rio Paraná y su cercanía al cabildo de Lujan.

Los primeros colonos no alcanzaron a explotar estos latifundios en forma eficiente, por lo que la mayor parte de las tierras pasó a manos de los jesuitas, que tenían experiencia en explotaciones agropecuarias. Estos consiguieron instaurar un importante centro de producción en la región. A pesar de esta labor, fueron expulsados por Carlos III en la “Pragmática sanción” de 1767.

Luego de este suceso, gran parte de los dominios fueron comprados por Don José Antonio de Otálora, popularmente conocido como la estancia de Areco en 1785 (actual localidad de Las Palmas).

Hacia fines del siglo XVII Gonzalo de Zárate, de origen paraguayo, compró las tierras aledañas a la estancia Areco y por lo tanto, todos estos territorios estuvieron integrados solo en dos propiedades.

A mediados del siglo XVIII, dada la distancia con la iglesia parroquial ubicada en el partido actual de San Antonio de Areco, Pablo de Zárate fundó un oratorio público en el Rincón de las Palmas, llamado también Rincón de Zárate o Rincón de la Pescadería. Al establecerse el Virreinato del Río de la Plata y constituirse la administración civil, el área quedó incorporada al partido de Exaltación de la Cruz, dependiente del Cabildo de Luján.

Los primogénitos de Gonzalo de Zárate vendieron las tierras a los hermanos Pedro y José Antonio Anta, encargados de realizar un importante desarrollo de la actividad agropecuaria en la zona a principios del siglo XIX.

Los hermanos Anta vendieron parte de sus tierras en la ribera del río Paraná a Rafael Pividal, “con el expreso fin de establecer el pueblo denominado Zárate”.Hasta ese momento, la escasa población de la zona estaba asentada en las orillas del río, sobre ranchos de adobe.

En 1826 Rafael Pividal, encargado de proyectar la venta de solares, contrató los servicios del agrimensor Manuel Eguía para llevar a cabo el trazado del pueblo. El lento pero sostenido progreso de la población determinó la necesidad de darle independencia administrativa. Así se creó el 19 de Marzo de 1854 el partido de Zárate, separándolo del de Exaltación de la Cruz.

A partir del año 1880, Zárate se vio involucrado en el “Proyecto del 80” como ciudad-puerto del litoral, desarrollándose industrias de elaboración primaria que se vieron beneficiadas por la llegada del ferrocarril, fomentando el crecimiento del país de manera única y como jamás se volvió a dar en la historia Argentina. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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