Empleados de ARBA buscan acabar con la censura: Escracharon a un funcionario que cobra 262 mil pesos

La fan page se denomina “ARBA – Comunicación Interna – Sin censura”, y fue creada por los propios empleados del organismo luego de comprobar que determinados sitios web en los que se denunciaba el mal accionar de Gastón Fosatti -entre los que se encuentra REALPOLITIK- fueron censurados de todas las máquinas de ambos edificios.

En la mencionada fan page se pueden observar, además de menciones a artículos periodísticos de este medio, denuncias que los propios trabajadores vuelcan en el sitio.

De hecho, anteriormente ya existía una página de este estilo, y era utilizada tanto por las autoridades de ARBA para publicar comunicaciones institucionales como por los propios empleados para comunicación interna. Cansado de las críticas que recibía sin descanso, Gastón Fosatti ordenó filtrar la página, para que cualquier comentario que pretenda subir un compañero de trabajo sea inmediatamente eliminado o editado.

A raíz de este absurdo intento de silenciarlos, es que los trabajadores montaron otra fan page, denominada “ARBA – Comunicación Interna – Sin Censura”, con el objetivo de que cualquier persona pueda indicar algo que le parezca que está mal y exigir su inmediata mejora.

Por ejemplo, recientemente se publicó el salario de Juan Ignacio Tuero, un subdirector amigo de Gastón Fossati, que cobra 136 mil pesos mensuales más un incentivo de otros 126 mil pesos, para completar el módico salario de 262 mil mensuales. Un empleado, angustiado ante la imagen colgada como prueba, publicó: “Y uno tan pobre tratando de que no le descuenten los minutos acá adentro. Están llegando sueldos reducidos por personas que se atrasaron un minuto”, dando a entender que en ARBA, al igual que en toda la administración pública, el amiguismo y el nepotismo es moneda corriente. Incluso, el mismo sitio apodó al funcionario Juan Ignacio “Me la llevo toda” Tuero.

Cual resistencia revolucionaria, operando en las sombras, a las espaldas del aplastante poder de Fossati, los trabajadores de ARBA comienzan a animarse, poco a poco, a levantar la voz, a elevar la mirada ante una censura que promete retroceder al tiempo en el que el estado pretendía determinar caprichosamente lo que un empleado podía o no leer. Los empleados aseguran que Fossati está al tanto de este intento de libre expresión, y que ya estaría encendiendo nuevamente la pira. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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