Mientras piden aumento, los diputados gastaron 2.5 millones de pesos en almuerzos durante el 2017

Ser diputado nacional en la Argentina es, aparentemente, uno de los negocios más lucrativos del mundo. En resumidas cuentas: Gozan de un sueldo promedio de 97.059,22 netos. Si consideramos además las cargas sociales, cada diputado le sale 157.616 pesos mensuales a los argentinos.

Mientras todos los trabajadores del país deben ir y volver de sus trabajos por sus propios medios, un diputado tiene todos los traslados cubiertos. Además, cobra un plus de 27 mil pesos netos mensuales en concepto de desarraigo, incluyendo a algunos que viven a menos de veinte cuadras de la oficina. Tienen en promedio cuatro viajes al exterior mensuales cubiertos. Dado que ninguno quiere tomar todos esos viajes por temor al costo político, utilizan la prerrogativa de cobrar el dinero de aquellos pasajes que decidieron no tomar. Por todos estos ingresos extras, que en el caso de “Lilita” Carrió, por ejemplo, superan el millón y medio de pesos anuales, no pagan ningún impuesto y están exentos de Ganancias. Además, la lucrativa partida de “Gastos de representación”, unos 22 mil pesos mensuales, tiene la cláusula gatillo que hoy por hoy el gobierno le niega a los docentes.

Aun así, cuando la sociedad les reclamó que dejen de canjear el dinero de los pasajes no utilizados, los diputados tomaron de rehén al Congreso Nacional y aseguraron que sólo van a renunciar a dicho beneficio en el caso de obtener un aumento de sueldo. Porque, claro está, 100 mil pesos de bolsillo con todos los gastos cubiertos es muy poco. Además, ellos se tienen que pagar lo que comen. ¿O no? Tampoco. Eso también lo pagamos nosotros.

En un detalle publicado por el sitio web de la misma cámara de Diputados de la Nación, se destaca que los diputados gastaron 495.717 pesos en “alimento para personas” durante el primer trimestre del 2017, 548.119 durante el segundo trimestre, 728.605 durante el tercer trimestre y 672.385 pesos durante los últimos tres meses del año. En total, 2.444.826 millones de pesos en la comida. Increíblemente, incurrieron en este monumental gasto un grupo de legisladores que ni siquiera van a trabajar todos los días. La mayoría, alarmantemente, tiene un nivel de ausentismo que duplica y hasta triplica el promedio de faltas que el gobierno tanto critica en los docentes, que cobran en promedio 16 mil pesos mensuales de bolsillo. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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