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8 de abril de 2018 | Finanzas

Claves de la semana REALPOLITIK

La historia argentina, el primer condicionante

En 1989, con proceso de hiperinflación incluido al fin de la presidencia de Raúl Alfonsín el plan explotó con un rojo fiscal de 8% del PBI; y la convertibilidad a fines de 2001 y principios de 2002 voló con 7% del PBI. Hoy si las cuentas no fallan se estaría en torno al 11% de déficit. Queda para la interpretación individual que puede pasar.

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por:
Diego Morzone y Lucía Pérez Mariezcurrena

Hablar de los niveles de déficit fiscal sobre PBI más inflación, es hablar de los elementos esenciales que construyen una crisis. Así lo muestra cuanto menos la historia de nuestro país y de las principales crisis de las que se tenga recuerdo en el mundo. Las crisis en Argentina son algo recurrentes y no son meros acontecimientos sino que dejan huella en la gente y en especial en la memoria de los inversores, que ven en las crisis recurrentes una suerte de patología de la que hay que tener especial cuidado. Los números dicen que en 1975, la economía Argentina explotó en acontecimientos recordados como el “Rodrigazo”, en alusión al ministro de Economía Celestino Rodrigo de Isabel Perón, con un déficit fiscal de 14% del PBI. En 1982, todavía gobierno militar a cargo de Leopoldo Fortunato Galtieri, el sistema colapso con una megadevaluación, y el entonces ministro de economia Lorenzo Sigaut advertía “el que apuesta al dólar pierde” el déficit era del 11% del PBI. En 1989, con proceso de hiperinflación incluido al fin de la presidencia de Raúl Alfonsín el plan explotó con un rojo fiscal de 8% del PBI; y la convertibilidad a fines de 2001 y principios de 2002 voló con 7% del PBI, la salida mas traumática de la que se tenga recuerdo en Argentina y generadora del default más importante de la historia mundial. Entonces el pasado condiciona o de lo acontecido enseña por lo menos para no repetir, pero se puede evitar.

Hoy si las cuentas no fallan se estaría en torno al 11% de déficit. Queda para la interpretación individual que puede llegar a pasar

Mauricio Macri es presidente desde diciembre de 2015,  este gobierno tiene armas importantes, herramientas decisivas que no tuvieron ni remotamente ninguno de sus antecesores a favor, como reservas internacionales que dan tranquilidad para contener eventuales crisis o un contexto externo adverso, con 62 mil millones de dólares. La soja, un cultivo que resultó estratégico y que aporta números fuertes y predecibles, algo así como 20 mil millones de dólares. Vaca Muerta, el futuro, un yacimiento gigante descubierto hacia décadas que hoy es una incipiente realidad mundial, capaz por sí sola de cambiar cualquier situación y por último la credibilidad ganada en los últimos meses. Así se pueden enumerar muchos factores para el activo pero cuidado, porque en contra están los niveles de deuda no ayudan a bajar la presión impositiva ni la inflación, factores claves para que la inversión se haga presente, y ese verdadero desafió para el futuro del país: la inversión de privados, lo único que puede poner debates keynesianos en un freezer por lo menos hasta que se deje de crecer. El año 2019 será un año netamente electoral, la visión de los inversores a esta altura será en función de lo que pueda proyectarse en términos políticos. (www.REALPOLITIK.com.ar)  


ETIQUETAS DE ESTA NOTA

Crisis, Déficit, Luis Caputo, Deuda Externa

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