
CABA
La situación de algunos de los edificios dependientes de la municipalidad de La Plata es de peligrosidad extrema. Cables pelados, oficinas colgadas del cable, tinglados sueltos, roedores, caños rotos y desagues sobre las veredas.
La situación de algunos de los edificios dependientes de la municipalidad de La Plata es de peligrosidad extrema. Cables pelados, oficinas colgadas del cable, tinglados sueltos, roedores, caños rotos y desagues sobre las veredas. A pesar de las reiteradas advertencias de propios y extraños, poco y nada han hecho las autoridades del área de Desarrollo Social para socorrer a aquellos ciudadanos que, por motivos de necesidad extrema, deben utilizar los precarios asentamientos de apoyo dispuestos por el gobierno local.
En este esquema, el Centro de Mujeres en Situación de Calle, dependiente de la secretaría de Desarrollo de La Plata, era una bomba de tiempo. En reiteradas ocasiones, las mujeres que allí habitan denunciaron la falta de mantenimiento, con pérdidas de gas y corte de luz incluidas, que las ponía en peligro al punto tal de transformar la estadía en una aventura muy próxima a la pesadilla. A pesar de ello, nadie hizo nada para resarcir la situación.
Sobre llovido, mojado. Cuando una de las alojadas se dispuso a utilizar el calefón, el artefacto explotó hiriendo peligrosamente a quien lo estaba manipulando en aquel momento. Gracias a la rápida acción de sus compañeras, pudo ser asistida y, luego de recibir los primeros auxilios, volvió al centro, que ahora necesitará también reparaciones en la sala del calefón.
Imprevisibilidad, precariedad, falta de previsión y peor aún, ausencia total de interés. Los platenses de menos recursos están, una vez más, al amparo de Dios. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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