11 de abril de 2018 | Pelota dividida

Panorama REALPOLITIK

Pascual Caiella, el punto ciego de Estudiantes en AFA

Siendo Quilmes el escenario y un día de semana, está claro que no se pensó en el hincha, y lo más grave es que mientras la gente viajó a Quilmes un lunes a la noche para ver el peor partido de la era Bernardi y porque no de los últimos años, el representante del club estaba brindando en la casa de Daniel Angelici por el presidente de CONMEBOL.

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En las últimas horas, mientras todo el periodismo y los propios hinchas de Estudiantes de La Plata no salían de su asombro por lo perjudicial que fue el arbitraje de Néstor Pitana, con dos errores groseros que dejaron al pincha con las manos vacías frente a un débil Chacarita Juniors, el vice presidente tercero del club platense, Pascual Caiella, hombre de Verón en AFA, compartía una cena en la casa del polémico Daniel Angelici con los presidentes de varios clubes en honor del titular de CONMEBOL, Alejandro Domínguez.
Cualquiera podría pensar que la cercanía de Caiella al presidente Boca Juniors, que maneja la AFA bajo las sombras, o del mismo mandamás de Viamonte 1366, colocaría a Estudiantes en una posición ventajosa y conveniente. Pero esto no es así, sino que por el contrario la presencia de Pascual es vista por los propios socios como un punto débil en la conducción del club platense.

Cuentan empleados jerárquicos de AFA y dirigentes de segunda línea, que Caiella arrancó hace tiempo, durante el gobierno de Osvaldo Lombardi, a ser el representante en AFA del pincha, y ya desde ese entonces se hacen chistes cada vez que acude a una reunión, y su presencia, acorde a los propios hinchas, desprestigia a la institución.
En la puja política que derivó en la asunción de Claudio Tapia como “uno” de la Asociación, la participación de Caiella brilló por su ambigüedad, cualidad en parte atribuida a la falta de definición de Juan Sebastián Verón, y “jugó a dos puntas” entre Marcelo Tinelli y Luis Segura. Tras el recordado episodio en el cual sacó el papel número 76 en la fallida elección de autoridades, su figura pasó a ser poco menos que risueña.
En esta acefalia de representación política radica el problema más grave del club, que confía hace más de una década en una persona que no consigue resultados beneficiosos para el mismo. Un ejemplo claro es el horario y el día en el que Estudiantes disputó el partido frente a Chacarita. Siendo Quilmes el escenario y un día de semana, está claro que no se pensó en el hincha, y lo más grave es que mientras la gente viajó a Quilmes un lunes a la noche para ver el peor partido de la era Bernardi y porque no de los últimos años, el representante del club estaba brindando en la casa de Daniel Angelici por el presidente de CONMEBOL. (www.REALPOLITIK.com.ar)