Polémica: “Frangul y el Grupo de los Turcos”, acusados de manipular los padrones de la UCR

“Frangul y el Grupo de los Turcos” bien podría ser el nombre de una banda melódica mexicana, pero no lo es. Muy por el contrario, se trata de un grupo de dirigentes políticos que, en las últimas horas, habría practicado una escandalosa maniobra para hacerse con las elecciones internas que la Unión Cívica Radical debe dirimir en octubre.

Ayer jueves 12 de abril era el último día disponible para la presentación de afiliaciones. Es una fecha clave en el proceso eleccionario, porque define quiénes están habilitados a votar y quiénes no. Durante las últimas semanas, se había rumoreado puertas adentro de la sede platense del centenario partido que un sector compuesto por Claudio Frangul, Raúl Abraham, Eduardo Kekichián y Raúl Cadaá tenían las de perder. En cómputos hechos en el aire, se calculó que el espacio se situaba por debajo del comandado por Sergio Panella y Claudio Pérez Irigoyen.

En un giro cinematográfico, cuando apenas quedaban minutos para el límite, Eduardo Kechichián se presentó con un considerable número de cajas repletas de afiliaciones al partido. Nadie pudo, al menos en un principio, comprender el origen de las mismas. Minutos después, no obstante, estalló el escándalo.

Según los propios trabajadores perjudicados, “Fragul y el Grupo de los Turcos” habría afiliado compulsivamente a la mayoría de los integrantes de las cooperativas que dependen de Desarrollo Social, bajo amenaza de perder el empleo ante una negativa. En la operatoria, habría tenido un importante rol Raúl Cadaá, secretario de Desarrollo de la municipalidad de La Plata y miembro del “Grupo de los Turcos”. De este modo espurio, se hicieron con centenares de afiliaciones en pocas horas.

La fraudulenta movida provocó un verdadero caos en la estructura interna de la UCR. Discusiones, insultos, peleas, nadie se privó de echarle en cara a Claudio Frangul el haber “peronizado” el partido, atrayendo a agrupaciones como Quebracho a la sede de la primera sección. Del mismo modo, se hizo mención al turbulento pasado de Kechichián, quien fuera parte del Consejo Escolar comandado por Damián Birocho, acusado de irregularidades en la contratación de empresas proveedoras. Insólitamente, Kechichián fue premiado con otro rol de preponderancia en la actual composición del cuerpo escolar.

Pareciera que los partidos políticos de mayor trayectoria nacional se encaminan a un acantilado cuyo único destino es la extinción. Mientras al Partido Justicialista, intervenido, lo lidera un hombre que saltó a la fama por incendiar urnas en Catamarca, a la histórica Unión Cívica Radical lo componen funestos personajes que, mancillando la historia del partido, no tienen prurito en recurrir al fraude para discernir una elección. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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