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23 de abril de 2018 | Provincia

Panorama REALPOLITIK

Nepotismo y algo más: Luis Blanco, mano derecha de Daniel Salvador, con media familia en el estado

El hombre que se ufana de ser la mano derecha del vicegobernador Daniel Salvador, se las ha arreglado para inmiscuir a media familia en la estructura del Estado. Pareciera que, en el ajuste, la gobernadora María Eugenia Vidal se ha olvidado de dar de baja sus contratos. Es la ventaja de no ir a trabajar.

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Es nepotismo y la corrupción en tiempos de cólera. En la era en la que el estado despide sin piedad alguna a cientos de trabajadores por día, en momentos en los que se anulan los contratos sin mayor motivo que el de bajar los costos, el doctor Luis Blanco, el hombre que se ufana de ser la mano derecha del vicegobernador Daniel Salvador, se las ha arreglado para inmiscuir a media familia en la estructura del estado. Pareciera que, en el ajuste, la gobernadora María Eugenia Vidal se ha olvidado de dar de baja sus contratos. Es la ventaja de no ir a trabajar: probablemente nunca los vio.

El primero en encontrar un recoveco público en el que hospedarse habría sido el propio Blanco, quien es actualmente vocal en el directorio de IOMA. Médico de profesión, es desde hace más de veinte años el jefe del radicalismo en Chivilcoy. Fue diputado provincial y compañero de bancada de Salvador, donde se hicieron grandes amigos. Es el propietario de Hemodinamia Chivilcoy que, curiosamente, pareciera no haber tenido ningún atraso en los pagos de IOMA.

Su hijo, Leandro Blanco, no vive en Chivilcoy. De hecho, ni siquiera habita en la cuarta sección electoral. No obstante, fue impuesto por el radicalismo como senador provincial sin haber participado de ningún tipo de elección o votación alguna.

Su hermano, Guillermo Blanco, fue nombrado en la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires en el año 2016. Insólitamente, en el mismo horario laboral se encontraría a diario en Chivilcoy atendiendo su inmobiliaria. Cuando sufrió una enfermedad oncológica, fue Luis quien intercedió ante IOMA y permitió el pago inmediato de una suma cercana a los 500 mil pesos para cubrir la totalidad del tratamiento.

Su sobrina, Luisina Blanco, recibe un plan social del ministerio de Trabajo de la Nación, y su hijo Germán fue nombrado por el propio Salvador en la Cámara de Senadores de la provincia de Buenos Aires, aunque es profesor de educación física y sus compañeros aseguran que jamás concurriría a trabajar.

Increíblemente, la lista de supuestos ñoquis continúa. Su hermano, Julio Blanco, fue nombrado recientemente en la Cámara de Senadores bonaerense, pero trabaja durante el día en su estudio jurídico.

Los beneficios de ser amigo de Daniel Salvador parecieran no tener límites. Propiedades en la Costa Atlántica, Bariloche, San Martín de los Andes y La Plata, vehículos de alta gama comprados con créditos blandos del Banco de la Provincia de Buenos Aires, campos y departamentos. Para todo lo demás, existiría incluso un testaferro llamado Darío Bastián quien, vaya casualidad, también acaba de conseguir un cargo en la Cámara de Senadores de la provincia de Buenos Aires.

Una familia entera amiga del poder, en momentos en los que la sociedad naufraga en el desasosiego. Un clan parasitario a la sombra de Daniel Salvador. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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