Irregularidades en torno al Operativo Sol y el servicio de 911

Al menos tres denuncias prosperan en Asuntos Internos sobre cobros indebidos del Operativo Sol durante 2016 y 2017 y por los cuales se encuentran señaladas unas cuatro oficiales que cobraron sumas exorbitantes sin moverse de La Plata. Paralelamente en la UFI Nro. 15 se abrieron expedientes, también por cobro indebido de un plus asignado específicamente para los operadores del 911. Pese a la intervención de la Justicia, todos los investigados siguen en sus puestos.

Ambas denuncias van por separado, pero confluyen en un mismo punto: todo sucede bajo la órbita del ministerio de Seguridad de la provincia. El primer caso involucra a cuatro oficiales de la bonaerense que habrían cobrado los beneficios del Operativo Sol sin moverse de la ciudad de La Plata en todo el verano. Se trata de las oficiales Fernanda Linares, María Laura Branchesi, Laura Benincasa y Natalia Talibs, que figuraban afectadas al mega operativo entre diciembre de 2016 y febrero de 2017 pero nunca habrían concurrido a Mar del Plata, el lugar de destino, con el agravante de que Linares figura como “coordinadora” del operativo con central en la ciudad capital.

Según pudo saber REALPOLITIK, esto originó una serie de denuncias en Asuntos Internos, que llevan los números 76885, 76764, y 77022 y que luego derivaron en la apertura de un expediente a principios del año pasado, aunque nadie resultó desafectado como indica la normativa. Al momento solo el jefe inmediato de Linares, Miguel Ángel D’Uva, fue trasladado de área cuando se abrió la investigación.

Paralelamente la Justicia se encuentra investigando el cobro indebido de un plus destinado únicamente a los operadores de la Central de Asistencia Telefónica de Emergencias (911). El mismo fue otorgado mediante el decreto 1050/09, reglamentario de ley de Personal de Policía de la provincia de Buenos Aires (13982), pero en la actualidad es percibido por la totalidad del personal que se desempeña en la Central: operadores, jefes de sala, supervisores y personal de limpieza.

El 911 desde su creación en 2004, a raíz del secuestro de Axel Blumberg, siempre fue un mundo aparte del que poco se sabe, a los que trabajan allí se los distingue como una casta especial por la información que manejan. Al principio la directiva del ministerio de Seguridad, a cargo entonces de Carlos Stornelli, fue contratar civiles como “personal de la administración pública”. Recién en 2009 el personal pasó al régimen policial con la categoría de “sub oficial ayudante”. A esto se suma la sanción del decreto 1050/09 reglamentario de la ley 13982, que en el artículo 69 especifica que “el personal que se encuentre en efectivo cumplimiento de la tarea de operador se le abonará el 100 por ciento del sueldo de su jerarquía”.

Esto se debe en gran parte a la insalubridad y el desgaste que genera la tarea de atención de emergencias, con determinados efectos colaterales, como problemas en las cuerdas vocales, sordera y tendinitis además del estrés. No obstante, y pese a que la letra del decreto es muy clara, hoy la totalidad del personal del 911, unas trescientos personas, cobran este ítem que hoy oscila los 20 mil pesos.

Se trata de una suma interesante que en los últimos años ha generado que la sede del 911, ahora ubicada en 1 entre 59 y 60, se convierta en un verdadero nido de avispas. Muchos trabajadores de carrera fueron mudados de secciones, con la correspondiente pérdida de este plus, para dar paso a los acomodados de la nueva gestión a través de una “convocatoria interna”, ya que una directiva de gobernación mantiene “prohibidos los nombramientos”.

Toda esta situación generó nuevas denuncias, que recayeron en diferentes unidades fiscales: la UFI Nro. 15, donde radica la causa IPP: 06-00-001437-18/00; la UFI Nro. 6, IPP: 06-00-2911-18/00 y la UFI Nro. 3 con la IPP: 306-00-050862-17/00, según tuvo acceso REALPOLITIK. Asimismo, y pese a la lentitud de sistema judicial, ya que las denuncias datan de marzo de 2017, la investigación derivó en un allanamiento a la sede del 911 hace poco más de un mes, donde se recogieron expedientes y copias de legajos entre otros documentos.

A su vez, el avance de la investigación de un nuevo circuito de corrupción, provocó un nuevo revuelo en la calle 1, pero lo cierto es que nadie se movió de su puesto ni dejó de cobrar el mentado plus. De hecho, uno de los personajes que se mantiene firme en su silla es el director Juan Carlos Godoi, íntimo amigo del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y muy allegado a la gobernadora María Eugenia Vidal. Pero si hay que buscar responsables, todas las miradas apuntan a la jefa de personal del 911: la comisario Gabriela Delgado. Delgado es la encargada de dibujar las planillas para que todos cobren el plus y enviar el listado con las liquidaciones donde todos figuran como “operadores telefónicos”.

La situación es lamentable, no solo por el fraude constante y sonante al estado en el que se estaría incurriendo, sino además porque la treta permite observar que a nadie le importó saber que dejaban a unas sesenta personas, luego de muchos años de trabajo e incluso de dejar su salud en ello, con el 50 por ciento menos de sueldo de la noche a la mañana.

La realidad es además vergonzosa, con una justicia lenta y parcial que permite que los involucrados permanezcan en sus puestos con la posibilidad de tergiversar cualquier tipo de información y con la ventaja de saber que todo puede quedar en la nada, como ocurrió con la “causa de los sobres” o el caso del fraude por las horas polad en los hospitales públicos. Todas están paradas. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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