Caos financiero en Estudiantes de La Plata: Entre pagos atrasados y cheques sin fondos

Incluso para quien no tiene interés en el mundo del fútbol, detener una obra de construcción a medio terminar y retirar a los albañiles nunca puede ser una buena señal. Contrario a lo que prometió su presidente Juan Sebastián Verón, el Club Estudiantes de La Plata no tendrá su estadio listo para inaugurar durante el próximo torneo.

Ya en abril, debido a la falta de recursos y el fracaso de la venta de palcos, el histórico ex jugador del seleccionado nacional había decidido suspender las obras y “continuar con un personal mínimo”. Lo último que desean es hacer un estadio de “Clase B”, una muestra gratis de lo que podría haber sido, un outlet disfrazado para simular los errores. Hoy por hoy, no obstante, esta es su mejor opción. Tal vez la única.

La falta de liquidez pareciera estar afectando, por primera vez, a los fondos genuinos del club. “Durante muchos meses, y para disimular el fracaso de las negociaciones por el préstamo chino, se estuvo invirtiendo dinero propio, pero esto nos puso en una situación muy endeble”, aseguró un dirigente del pincha a REALPOLITIK durante una charla de café.

Tan frágil es el estado financiero de la institución que durante los últimos meses habrían numerosos sueldos que se pagaron con un sonante atraso que estuvo a pocas horas de salir a la luz. El dinero apareció a último momento para calmar las aguas, pero conseguirlo fue una verdadera odisea.

Tanto, que dos prestamistas del casco céntrico de La Plata aseguraron haber recibido un pedido para “cambiar” cheques por 700 mil pesos y que, al comprobar que estos no tenían fondos, reclamaron su dinero de nuevo. “Es vergonzoso, ellos no podían ignorar que los cheques no estaban cubiertos. El arriesgarnos a darles el dinero a cambio de un papel sin valor nos pone en riesgo a todos”, aseguró otro dirigente de Estudiantes de La Plata quien, a su vez, cambia cheques y facturas en la calle 47.

Resulta inexplicable que el club haya sucumbido ante esta situación, teniendo entre su comisión directiva a algunos de los dirigentes más ricos del país. La práctica de invertir dinero propio en el club es mucho más común de lo que se cree. En San Lorenzo de Almagro, por caso, Marcelo Tinelli aseguró haber invertido algo más de 10 millones de pesos en contratos y salvatajes financieros en su breve paso por el club. En Gimnasia y Esgrima La Plata, sin ir más lejos, el fallecido ex presidente Juan José Muñoz supo invertir una suma similar para mantener la institución a flote. En Estudiantes de La Plata esto no ocurre.

Su presidente, Juan Sebastián Verón, uno de los hombres más acaudalados del mundo del deporte, eligió invertir 18.840.000 de pesos en su empresa Juan Coraje SA y otros 3.080.000 pesos (unos 300 mil dólares de entonces) en el club Lomas de City Bell (que registra tan solo un solo empleado y es jubilado), pero nada en el pincha. Emulando al ministro de Finanzas, Nicolás Dujovne, que quiere convencer a los inversores de traer dinero al país mientras él mismo retira sus fondos por no confiar en la Argentina, Verón pareciera pretender vender sus palcos a los hinchas, mientras él mismo no está dispuesto a poner un peso. Incluso hasta el polémico gremialista de UPCN Héctor Nieves, actualmente en la mira de la Justicia, se animó a comprar un palco de 174 mil dólares, aunque solo cobra 60 mil pesos mensuales. 

El último golpe fue con otro histórico del pincha: Israel Damonte. Al jugador que actualmente transita sus días por Huracán le ofrecieron pagarle la liquidación que se le debía con varios cheques. Acorde a sus allegados, los mismos no tenían fondos.

Mientras tanto, teniendo en cuenta que la secretaría de Prensa, a cargo de Javier Porta, desarrolla un trabajo muy pobre y no se encuentra a la altura de las circunstancias, la comisión directiva mantiene la férrea postura de no prestar declaraciones al respecto. La situación se les fue de las manos: a pesar de vivir despotricando contra el periodismo, decidieron hacer un rondín mediático el día viernes, para desviar la atención y tratar de calmar los ánimos de los hinchas, que reclaman en vano respuestas a viva voz. Una respuesta que pareciera no venir de Agustín Alayes, quien prometió hacerse cargo de una eventual eliminación del pincha de las copas Sudamericana y Libertadores y, cuando ello ocurrió, decidió hacer un mutis por foro y simular no haber prometido nada. Tampoco del resto de los dirigentes que, a falta de una explicación convincente, decidieron simplemente callar y patear la pelota afuera. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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