Denuncian irregularidades en la subsecretaría de Administración del ministerio de Salud

Romina Rodríguez, que se define a sí misma como una “abogado generalista corporativa con sustancial experiencia legal interna”, asumió formalmente como subsecretaria de Administración y Gestión de los Recursos del ministerio de Salud bonaerense en julio del 2017. A las pocas horas de asumir, sus compañeros de trabajo entendieron que tenían por delante una ardua tarea. Desde el primer día, se presentó ante los trabajadores como “la ministra en los hechos”.

Hoy, a menos de un año de asumir, llama la atención la cantidad de renuncias que su gestión cosechó. Su oscuro record de maltrato lleva cobrados 11 directores y 1 asesor, que prefirieron renunciar y quedarse sin empleo a tener que tolerar su presencia y malos tratos. El hecho de que Rodríguez los obligara, bajo amenaza de perder el puesto, a firmar expedientes con los que no estaban de acuerdo fue la gota que rebalsó el vaso.

Le primera en irse fue la arquitecta María Albornoz de la dirección de Infraestructura. Luego les tocó el turno al contador Leonardo Mancebo, director de Compras y Suministros, a la licenciada Sara Fragullia, su reemplazo, al doctor Mario Buezas, del servicio técnico y a su colega Martín Piazza, a la directora delegada de la dirección provincial de Personal Mariela Vilchez, al contador Sebastián Genatti, al director de Infraestructura y Tecnologías Francisco Pigretti, el ingeniero Darío Niro, cuya dirección se encuentra acéfala desde su partida, hace más de 3 meses, y al contador Sergio Díaz, de la dirección provincial de Legal, Administrativa y Contable. El licenciado Adrián Casanueva, quién reemplazó a Díaz en la DGA, también se alejó de su dirección.

Los últimos dos fueron el licenciado Edgar López, del círculo íntimo de Rodríguez y el licenciado Adrián Casanueva.

Acorde a los propios comentarios del personal del ministerio, cuando Casanueva como DGA se negó a firmar documentos enviados por Rodríguez por miedo a “quedar pegado”, fue la subsecretaria misma la que le propuso tomarse una carpeta psiquiátrica, haciendo alusión a ataques de pánico, stress y desequilibrios mentales, y de ese modo poder dejarle lugar a alguien “más permeable”.

De este modo Casanueva, luego de haber estado 6 meses con carpeta psiquiátrica, presentó su renuncia en las últimas horas. Los trabajadores del ministerio solicitaron que el Honorable Tribunal de Cuentas investigue a fondo los manejos de Rodríguez y la rendición de cuentas, pero hasta el momento nada ha ocurrido.

Parte de la investigación incluiría el contrato del detective Sanchotena, amigo personal de la abogada en cuestión. Su contrato implica un pago mensual de 77 mil pesos, pero nadie lo ha visto por el ministerio.

Por otro lado, los empleados de la calle 51 denunciaron ante REALPOLITIK que, a raíz de una pelea personal que Rodríguez mantiene con el subsecretario Leonardo Busso, ha fracasado el manejo de la infraestructura de los 77 hospitales bonaerenses, con su correspondiente falta de personal. De este modo, una disputa de entrecasa interfiere seriamente con la salud de toda la provincia.

Además, otra denuncia que emerge del vetusto edificio de Salud bonaerense tiene que ver con un nombramiento antojadizo del ministro Andrés Scarsi por perido expreso de Rodríguez, a través del cual elevó a planta permanente a 30 personas, todas integrantes de la subsecretaría de Administración que ésta dirige. Dicho nombramiento, además, aun no cuenta con la firma de la gobernadora María Eugenia Vidal, lo que lo hace ilegal. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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