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2 de junio de 2018 | Cultura

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Robert Spitzer, el psiquiatra que desmintió que la homosexualidad fuera una enfermedad

Hasta 1973 la homosexualidad fue considerada una "perturbación sociopática de la personalidad". Pero un psiquiatra, empeñado en clasificar empíricamente las enfermedades mentales, la sacó de la lista.

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por:
Paula Campaña

Hubo una época, no tan lejana en el tiempo, en que la homosexualidad estaba incluida en los manuales de psiquiatría como un trastorno mental más. Y, como otros problemas psiquiátricos, se pensaba que esta "alteración de la conducta" podía curarse con diversas terapias y tratamientos. La investigación científica y el paso de los años se han encargado de desmentir estas ideas.

Hasta 1973 la homosexualidad fue considerada una "perturbación sociopática de la personalidad".

Pero un psiquiatra, empeñado en clasificar empíricamente las enfermedades mentales, la sacó de la lista.

Fue Robert Spitzer, considerado el padre de la clasificación moderna de enfermedades mentales. Spitzer jugó un rol fundamental en el desarrollo del Manual diagnóstico y estadístico de enfermedades mentales (DSM, según sus siglas en inglés), considerado como la "biblia" de la psiquiatría a nivel mundial.

Desmitificando la homosexualidad

Uno de los comportamientos hasta entonces encasillados como "trastorno mental" que Spitzer analizó fue la homosexualidad.

Sin embargo, tras su investigación, el psiquiatra determinó que la homosexualidad no era una enfermedad, mientras los homosexuales se sientan cómodos con su sexualidad. Lo mismo con los heterosexuales.

En 1973 Spitzer logró un acuerdo mediante el cual el diagnóstico fue reemplazado por "perturbación orientación sexual," para describir a las personas cuya orientación sexual, homosexual o heterosexual, les causaba angustia.

"Un trastorno médico debe estar asociado a angustia subjetiva, sufrimiento o discapacidad de la función social", le dijo Spitzer al Washington Post.

Éste sólo fue el primer paso de un lento proceso de cambio que tardaría en llegar al resto del mundo, pues hubo que esperar aún dos décadas, hasta 1990, para que la Organización Mundial de la Salud (OMS), retirara la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales.

"Un hito"

Desde la Universidad de Columbia en Nueva York, el científico fue el pionero en desarrollar un acercamiento empírico a las enfermedades mentales, más allá de la teoría tradicional.

Antes del DSM, un diagnóstico variaba de un especialista a otro. La redacción de un manual basado en información empírica como el que desarrolló Spitzer es "el mayor hito de la profesión", le dijo Janet Williams, su mujer y colega a la agencia de noticias AP.

"Fue por lejos el psiquiatra más influyente de su era", aseguró el doctor Allen Frances, editor de la última edición del manual, citado por el New York Times.

Jack Drescher, un psicoanalista gay asegura que dejar de considerar la homosexualidad como una enfermedad ha sido el mayor avance en la defensa de los derechos de los homosexuales.

"El hecho de que hoy se permita el matrimonio gay se lo debemos en parte a Spitzer", le dijo al New York Times.

Revés

Spitzer estuvo nuevamente al centro de la polémica luego de publicar un estudio en 2001 que pretendía apoyar la terapia para "convertir" a los gays en heterosexuales.

La iniciativa causó rechazo de los activistas. La American Psychological Association se vio obligada a firmar una declaración en el año 2000 en la que expresa que "no hay evidencia científica que apoye la eficacia de la terapia 'reparativa' para alterar la condición sexual, por lo que no está incluida como tratamiento psiquiátrico".

Diez años más tarde, Spitzer pidió disculpas y aseguró que esa investigación era lo único que lamentaba de su carrera. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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