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1 de julio de 2018 | Municipales

LA PLATA | En los estudios de REALPOLITIK

Simioni, sobre la media sanción que legaliza el aborto: “Ahora el Senado tiene un problema”

La dirigente de izquierda Luana Simioni visitó los estudios de RADIO REALPOLITIK (www.realpolitik.fm) para hablar sobre la media sanción del proyecto de legalización del aborto que votó el Congreso de la Nación.

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Juan Facundo Quiroga

La dirigente de izquierda Luana Simioni visitó los estudios de RADIO REALPOLITIK (www.realpolitik.fm) para hablar sobre la media sanción del proyecto de legalización del aborto que votó el Congreso de la Nación. “En provincias como Salta, Jujuy, se imparte educación religiosa en las escuelas públicas, eso implica que no exista educación sexual, tienen un  montón de políticas conservadoras y eso se va a reflejar políticamente en el Senado”, aseguró.

A continuación, lo más destacado de la entrevista

RP.- Su espacio fue uno de los primeros en intentar poner en agenda el tema de la legalización del aborto por el año 2011, ¿qué cree que hizo posible que esa demanda de las mujeres llegue al Congreso?

Cuando todavía estaba el debate silenciado y esta consigna tan importante, que es histórica del movimiento de mujeres y que se visibiliza en algunos grupos, nos movilizamos cada 8 de marzo con este reclamo e íbamos a los encuentros nacionales de mujeres para reforzar la perspectiva de pelear por este derecho.

Pero es verdad, nosotros desde el Frente de Izquierda fuimos el único espacio político, como lo demostró el debate en el Congreso, que tenemos la legalización del aborto en nuestro programa, en nuestra plataforma política como consigna muy concreta que el aborto debe ser legal, seguro y gratuito. Es decir, practicado en lugares públicos, garantizado por el Estado y pensado y atendido como una cuestión de salud pública. Y eso nos ha dado la coherencia de ser siempre firmantes del proyecto, desde que se presentó la primera vez en el 2006.

Se presentó siete veces, seis de ellas perdió estado parlamentario porque no quiso ser tratado ni debatido por ninguna Comisión. Y esta es la séptima oportunidad que se presenta el proyecto y que está integrado por un montón de organizaciones de mujeres y políticas y es finalmente el que se termina votando.

RP.- ¿Qué evolución observa entre aquel 2006 y este 2018 en donde se logra la media sanción?

Me parece que lo que cambio categóricamente es que emergió con mucha fuerza el movimiento de mujeres en el país, que tuvo una primera consigna en el 2015 cuando surgió el “Ni una Menos”, con un lema muy a la defensiva: Que no nos maten, vivas nos queremos.

Un movimiento que dijo basta frente a una situación de horror como son los femicidios, con estadísticas tremendas, con falta de políticas públicas que atiendan verdaderamente una situación tan terrible como la muerte de mujeres por situaciones de violencia de género. Pero que después ese mismo movimiento fue mutando y fue tomando otras demandas como la legalización del aborto.

Otro de los puntos importantes para que esta ley salga fue la movilización en las calles que se dio por encima del poder ejecutivo, que si bien Macri abrió el debate con una maniobra bastante astuta, porque eran un parlamento odiado por haber votado el saqueo a los jubilados con violencia y represión.

Fue una movida muy inteligente del gobierno, porque si uno mira la foto el día después de la votación, el discurso de cierre de Lospennato, intenta mostrar una derecha liberal, una derecha que respeta las libertades democráticas, que no tiene problema en habilitar debates sobre derechos civiles, como el derecho al aborto para las mujeres; mientras son los mismos diputados que unos meses atrás festejaron el saqueo a los jubilados.

Estamos muy contentas de que hayamos logrado imponer desde la movilización este paso que es la media sanción, que el Congreso tenga que votar la media sanción de esta ley. Nos falta el Senado, donde hay un peso feudal de las provincias muy importantes. Pero que no nos olvidamos que es el mismo poder político que viene habilitando un ajuste y un saqueo importante.

No hay un problema de maduración de la sociedad, hay un problema de instalación de la agenda política  y de la agenda pública, de relación con la Iglesia y el Vaticano, que el movimiento de mujeres ha logrado superar y ahora el Senado es el que tiene un problema.

RP.- Cómo continúa esta lucha, porque primeramente está el debate en el Senado y si se convierte en ley, surge la instancia de la implementación…

Ya Macri dijo que si era ley no lo iba a vetar, eso ya es un paso importante. Pero hay sortear las trampas del Senado. Un sistema parlamentario donde la representación en senadores no tiene nada que ver con lo que opina la sociedad. Todas las provincias tiene el mismo peso entonces valen lo mismo los tres senadores de la provincia de Buenos Aires donde se concentra el 40 por ciento de la población del país que el resto de las provincias, con un peso de la Iglesia enorme. Pensemos que en provincias como Salta y Jujuy se imparte la educación religiosa en las escuelas públicas, eso implica que no exista educación sexual. Tienen un  montón de políticas conservadoras y eso se va a reflejar políticamente en el Senado.

Está por verse si el movimiento de mujeres logra torcer esa voluntad y si logra imponer en la agenda pública el problema que afecta a las mujeres más pobres.

RP.- ¿Qué plantea fundamentalmente este proyecto?

Habla sobre la interrupción voluntaria del embarazo para todas las personas mayores de 16 años por su propia voluntad, sin consentimiento del mayor. Para las personas entre 13 y 16 años debe ir acompañado con el consentimiento de un adulto. A sola demanda de la mujer, practicado en todos los hospitales públicos y efectores de salud, garantizado por las obras sociales, hasta la semana catorce de gestación.

Hubo una campaña rabiosa por parte de la iglesia y de los sectores más conservadores de querer igualar el aborto con el asesinato. La verdad que hubo un gran debate, más de 700 expositores escuchando a expertos defender la posición de la legalización del aborto y se han escuchado muchas voces de quienes defendían el aborto clandestino. Porque no están defendiendo que no haya aborto,  hay 500 mil abortos en el país.

Casi tantos abortos como nacimientos. Hay 700 mil nacimientos contra 500 mil abortos practicados en el país, hay un sub-registro, por eso las estadísticas son provisorias y no pueden desconocer que el aborto se practica igual. Entonces de lo que se trataba era de discutir si el aborto iba a seguir practicándose en la clandestinidad o si se le iba dar un marco de legalidad que permita que cada mujer, cada persona gestante, desde su creencia religiosa, su moral, sus convicciones, su situación personal, particular, decida lo que quiere hacer.

La ley del aborto no obliga a la mujer a abortar ni a interrumpir un embarazo. Sino que permite que a quien decida hacerlo, pueda realizarlo sin poner en riesgo su vida, que en general son las mujeres más pobres de la sociedad.

El proyecto plantea también que pueda existir la objeción de conciencia. No se puede obligar a ningún médico, que por su religión o sus creencias particulares, esté en contra de realizar esta práctica. Lo que no puede haber es un servicio completo o un hospital completo objetor de conciencia, es decir que como efector de salud debe garantizar que la práctica se realice.   (www.REALPOLITIK.com.ar)


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