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8 de julio de 2018 | Nacionales

Panorama REALPOLITIK

Preocupante: Dejaron una potente bomba en la casa de un espía clandestino de Marcos Peña

Es a este enigmático funcionario a quien le dejaron una bomba hace apenas unas horas aunque, en un furcio propio del Superagente 86, los agentes del mal se encontraban desactualizados y no estaban al tanto de que Vila ya no vive allí desde hace algunos años.

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El episodio ocurrió en un edificio porteño ubicado en la calle Callao al 1219, entre Arenales y Juncal, en donde se halló una caja de cartón que tenía en su interior algo menos de 2 kilos de trotyl, cables, una célula y un papel con la leyenda “José Luis Vila ladrón”.

El mensaje hace mención a un ex agente de inteligencia durante los gobiernos de Fernando De la Rúa y Cristina Fernández de Kirchner, oficialmente retirado de su función de director general de Análisis de la SIDE a finales del 2015, con la salida del por entonces “señor 5”, Oscar Parrilli. En aquel momento, una participación sospechosa de Vila en negocios de la agencia privada C3 Consulting provocó que el agente se vea obligado a optar por el retiro voluntario, antes de enfrentar las consecuencias judiciales de sus actos.

Cuando todo parecía haber terminado para Vila, el jefe de Gabinete nacional, Marcos Peña, decidió rescatar la carrera del agente y nombrarlo subsecretario de Relaciones Internacionales en el ministerio de Defensa nacional, desde donde trabajaron codo a codo en la confección de un servicio de inteligencia clandestino, por fuera de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), dentro de la Casa Rosada.

Acorde a allegados, fueron ellos quienes le recomendaron al presidente Mauricio Macri viajar junto a un joven llamado Ezequiel “Maravilla” Cinto en sus viajes por la provincia, a modo de seguridad personal.

Es a este enigmático funcionario a quien le dejaron una bomba hace apenas unas horas aunque, en un furcio propio del Superagente 86, los agentes del mal se encontraban desactualizados y no estaban al tanto de que Vila ya no vive allí desde hace algunos años.

El dispositivo fue neutralizado por los especialistas mediante un cañón de agua y luego secuestraron el material para su correspondiente investigación. Por el momento, la comisaría 2-A de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires se mantiene alerta, lo mismo que el juez federal Sebastián Ramos, en cuyo juzgado ingresó la causa. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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