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21 de julio de 2018 | Historia

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Lo que nadie contó sobre las plazas de La Plata

Una de las particularidades de la ciudad de La Plata es la gran cantidad de espacios verdes que existen dentro de su trazado urbano: en total hay veintitrés plazas y parques, que se encuentran en los cruces de avenidas, cada seis cuadras de distancia. Sólo hay tres excepciones a esta regla: 1 y 44, 1 y 60, y el extraño caso de 13 y 38.

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por:
Nicolás Colombo

Una de las particularidades de la ciudad de La Plata es la gran cantidad de espacios verdes que existen dentro de su trazado urbano: en total hay veintitrés plazas y parques, que se encuentran en los cruces de avenidas, cada seis cuadras de distancia. Sólo hay tres excepciones a esta regla: 1 y 44, 1 y 60, y el extraño caso de 13 y 38.

Respecto a esta última esquina, si vemos el mapa de la ciudad allí debería encontrarse el parque Belgrano, de igual superficie que el parque Saavedra. Sin embargo, la superficie de este espacio verde es de tan sólo dos manzanas y no de ocho, como estaba proyectado. Esta reducción de superficie fue debido a que los terrenos destinados a su emplazamiento no pudieron ser expropiados por el estado, avanzando un loteo y fraccionamiento de estas tierras, que se utilizaron para la construcción de viviendas.

Algo similar a plaza Belgrano había ocurrido varios años antes de la fundación de La Plata, cuando se estaba levantando el pueblo de Tolosa. Su fundador, Martín Iraola, había reservado dos manzanas para plaza, frente a la cual se construirían los principales edificios públicos: municipalidad, iglesia, escuela, juzgados, etcétera. Al presentar el expediente con el trazado al Departamento de Ingenieros a cargo de Pedro Benoit, se le pidió que corriera la plaza de lugar de manera que quedara emplazada frente a calles de mayor ancho. Iraola objetó esta modificación argumentando que las tierras ya habían sido vendidas, por lo cual le era imposible cambiar la ubicación de la plaza. Tras varias idas y vueltas, el ingeniero Benoit desistió y la plaza Iraola de Tolosa pudo ser construida en el sitio donde se encuentra actualmente.

Así como a los pocos años de fundada La Plata desapareció tres cuartos de plaza Belgrano, es llamativo cómo también la ciudad de las diagonales perdió la mitad de las diagonales que iban a construirse según el proyecto original: alrededor de los parques Alberti y Castelli (ubicados respectivamente en la intersección de 38 y 25, y 66 y 25) se habían diseñado dieciséis diagonales, que les darían forma de estrella de cuatro puntas. Finalmente, el trazado de la ciudad se modificó a medida que iba avanzando la construcción, y estas diagonales nunca se trazaron sobre el terreno.

Otra curiosidad es el proyecto de remodelación del parque Saavedra presentado hacia 1920 por el entonces director de Paseos y Jardines de La Plata, Afilio Boveri. Su plan consistía en reformar totalmente este parque de ocho hectáreas, transformándolo en un gigantesco jardín de estilo clásico. El acceso por calle 12 sería bordeado por dos hileras de cipreses recortados, que conducían a un estanque de 30 metros en el centro del parque. Del otro lado habría un gran anfiteatro al aire libre con capacidad para 1500 espectadores, cuyo escenario sería usado para actos públicos. Con la tierra obtenida de la excavación para el estanque se levantarían dos montículos enfrentados, los cuales culminarían en su parte superior en monumentos funerarios a Florentino Ameghino y el poeta Almafuerte. También estaba proyectada la construcción de un templete en honor a San Francisco de Asís, patrono de la ecología, que sería rodeado por un jardín con alegorías a la filosofía. Por último, en los alrededores de la avenida de los cipreses habría cascadas, estanques, fuentes de agua y un arco con inscripciones típicas de las culturas americanas.

También es llamativo las modificaciones que tuvo la plaza central de la ciudad: la plaza Moreno. Denominada originalmente como “plaza Principal”, en un primer momento no tenía ningún diseño y era atravesada por la avenida 13. A principios del siglo pasado se construyó en su centro una fuente, se emplazaron dos espacios para las bandas de música, se colocaron varias esculturas como así también palmeras “fénix”. Estas reformas duraron poco, ya que en la década de 1940 nuevamente es reformada eliminando la fuente, cambiando de ubicación las esculturas y bajando el nivel mediante la extracción de centenares de camiones llenos de tierra. 

Por esa época que la dirección de Arquitectura provincial propuso levantar en el centro de este espacio verde dos edificios para ministerio de Obras Públicas y Departamento Central de Policía, considerando que estas construcciones iban a dotar a la catedral “del marco arquitectónico que requiere, y procurar el realce de la plaza Moreno”; sus propulsores afirmaban también que “las desproporcionadas dimensiones de la plaza Moreno cederían una décima parte de su superficie, fracción que quedaría ampliamente compensada con la expropiación de la manzana comprendida entre las calles 15, 16, 51 y 53, que en proyecto se destinará a parque y a construcción de otro edificio en el mismo estilo que los anteriores, destinado a servir de fondo de composición”. 

Afortunadamente este proyecto no prosperó, ya que la construcción de estos enormes edificios hubiera ocasionado un daño irreparable en la plaza más importante de la ciudad. (www.REALPOLITIK.com.ar)

 

 

(*) Nicolás Colombo es autor de los libros "Misterios de la ciudad de La Plata".


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