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20 de julio de 2018 | Provincia

Panorama REALPOLITIK

Continúa el papelón en Contaduría: No aceptaron la renuncia de Inza por el receso invernal

Pareciera que nadie le avisó a la cúpula bonaerense que la renuncia de Inza debe ser presentada ante el Senado, y que el mismo se encuentra en estos momentos en medio del receso invernal.

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El derrotero tragicómico que envuelve al virtual despido de la flamante Contadora General de la provincia de Buenos Aires, María Fernanda Inza, resulta tan absurdo que raya lo inverosímil. El manejo de la decisión de la gobernadora fue tan desprolijo que pareciera haber dejado al descubierto no tanto las causas de Inza como la imprevisión de los funcionarios bonaerenses.

Luego de la conferencia de prensa de la gobernadora María Eugenia Vidal, ampliamente difundida por los medios provinciales y nacionales, no quedó dudas que Cambiemos le había soltado la mano a la persona que, apenas 48 horas atrás, había premiado con uno de los puestos más codiciados de la estructura administrativa. Sin embargo, pareciera que nadie le avisó a la cúpula bonaerense que la renuncia de Inza debe ser presentada ante el Senado, y que el mismo se encuentra en estos momentos en medio del receso invernal.

De este modo, la decisión del organismo autorizado para formalmente terminar el brevísimo mandato de la Contadora se retrasará, al menos, hasta dentro de 15 días. Mientras tanto, la Contaduría General quedó sumida en el caos más absoluto.

Por un lado, Inza aun se considera a sí misma la máxima autoridad del órgano y, por ende, mantiene a todos sus asesores en sus puestos y oficinas dando órdenes. Por el otro, el subcontador Carlos Vittor, al considerar acéfalo el cargo de Contador, se encuentra actuando de acuerdo a la máxima función hasta que se designe nueva Contadora. De este modo, existen 2 máximas autoridades pisándose los talones entre ellos.

En el medio, los trabajadores. Los mismos se refugiaron en la figura de Pedro Fernández, titular de la Asociación del Personal de Organismos de Control (APOC), quien los organiza a diario en la planta baja del edificio para discutir las medidas a tomar en cada jornada.

De este modo, reina el caos absoluto en una Contaduría General que, desde la implementación fallida del SIGAF, no hace otra cosa que traerle malas noticias a la gobernadora. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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