Con un débil Jorge Nedela, Angelici toma el control de las finanzas de Berisso

En una fresca mañana de septiembre de 2017, las autoridades del porteño ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte le adjudicaron a la Cunumí S.A. el proyecto de construcción del Parque de la Estación, ubicado en los alrededores de la estación Once del tren Sarmiento, por 117 millones de pesos. Para aquel entonces, la empresa ya estaba en la mira de la Justicia por múltiples irregularidades.

De hecho diez años atrás, a mediados del 2007, el juez federal Guillermo Montenegro había allanado las oficinas y los estudios contables de la sociedad en el marco de la megacausa Skanska. En declaraciones judiciales, el presidente de Cunumí S.A., Raúl Nicolás Orsini, admitió haber confeccionado facturas truchas, en las que figuraba que su empresa se hacía cargo de obras públicas que en realidad no hacía. Dichas obras eran llevadas adelante en secreto por las firmas Conalbe S.A. y Communication and Bussines S.A., quienes luego le daban a Orsini el 10 por ciento del monto total de facturación. Luego del escándalo, los allanamientos y las causas judiciales, la empresa se presentó en concurso de acreedores por haber dado cheques sin fondo y ganarse un triple embargo de la AFIP en el juzgado federal de Quilmes.

La triste historia de la compañía comenzaría a cambiar en diciembre del 2011, cuando Jorge Macri asumió como intendente de Vicente López. En aquel coqueto barrio, Cumuní S.A. se transformó rápidamente en la empresa fetiche del primo del actual presidente de la nación. En el 2015 recibió licitaciones por 5.7 millones de pesos. En el 2016, por 39 millones. Para el 2017 las obras se multiplicaron y la empresa de Orsini facturó apenas unos pesos menos de los 200 millones en licitaciones públicas.

Mientras la danza de los millones tomaba lugar en Vicente López, el Banco Central de la República Argentina decretaba que Cumuní S.A. tenía “alto riesgo de insolvencia”. Su multimillonario dueño, mientras tanto, registraba gastos mensuales por apenas 4.700 pesos. Algo raro pasaba en la empresa del poder.

La Justicia buscó la explicación de tales desfasajes, y la encontró en la figura de su contador, un italiano nacionalizado argentino llamado Ángel Guidoccio. Además de estar a cargo de los números de Cumuní S.A., es el contador de Daniel Angelici, que pareciera no dejar un solo pote sin meter la cuchara. Además, Guidoccio es secretario de Presupuesto en Boca Juniors y revisor de cuentas en la Cámara Argentina de Salas de Casinos, Bingos y Anexos que comanda el presidente del club de la Ribera.

Como resultado de la investigación, el contador Guidoccio fue denunciado por montar una estructura dedicada a la producción de facturas falsas al servicio de sus clientes, evasión, sobornos y desvío de fondos. Según el juez federal Luis Armella, el contador organizó una banda que creaba empresas fantasmas a nombre de indigentes, con el fin de mover fondos de origen ilícito y no dejar rastro de los verdaderos dueños del dinero. En medio de los allanamientos, se supo que su estudio era la sede fiscal de otras empresas de Angelici, como American Games S.A., Bingo Horse S.A. y Diferir S.A., empresa vinculada a Carlos Tomeo, quien fuera identificado por la Justicia como el responsable de una maniobra multimillonaria de lavado de dinero público.

Existe, además, otro nexo común de Cumuní S.A. con la obra pública. Quien habilitaba las licitaciones que ganaba la controvertida empresa no era otro sino Daniel Jorge García, quien hacía las veces de secretario de Economía en Vicente López. Gracias a su firma, la empresa desembolsó hasta 180 millones anuales, a pesar de ser insolvente para el Banco Central.

A pesar de tener domicilios en Vicente López y Florencio Varela, García es actualmente el secretario de Economía de Berisso. Aterrizó en la localidad ribereña de la mano del actual intendente Jorge Nedela, quien según sus propios allegados lo habría aceptado como parte de un acuerdo mayor.

Resulta difícil imaginar qué tipo de acuerdo pueda incentivar a un intendente a otorgar un puesto clave de su gabinete a una persona vinculada con las empresas de Daniel Angelici, Ángel Guidoccio y el caso Skanska.

Un segundo dato, no obstante, podría dejar el panorama más claro a la investigación: a García no le preocupa el magro ingreso en blanco que recibe como funcionario municipal en Berisso, ni los negocios que puedan circular alrededor de un puesto clave como el suyo. Para ello tiene su otro trabajo como director titular de Provincia Seguros de Vida S.A., integrante del estatal Grupo Provincia, por el que gana unos 343.637 pesos mensuales.

Acorde a los allegados que colaboraron con esta investigación, como hombre de Angelici y del mismísimo gobierno bonaerense, García estaría gestionando una catarata de obras de cara a la próxima elección para el municipio de Berisso. Detrás de todos esos recursos se escondería la verdadera razón de su desembarco, que poco y nada tiene que ver con mejorar las finanzas de la comuna. (www.REALPOLITIK.com.ar) 

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