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13 de agosto de 2018 | Municipales

Corrupción en Necochea

Facundo López le dio la llave de la impunidad al presidente de Puerto Quequén

Últimamente el intendente Facundo López no pega una. Denuncias de corrupción lo involucran junto a sus funcionarios, cuentas que no cierran y eventos privados financiados con fondos públicos han deteriorado drásticamente la imagen del jefe comunal de Necochea.

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Últimamente el intendente Facundo López no pega una. Denuncias de corrupción lo involucran junto a sus funcionarios, cuentas que no cierran y eventos privados financiados con fondos públicos han deteriorado drásticamente la imagen del jefe comunal de Necochea.

 

Luego del escándalo que involucró a Pedro Bottiglieri, al propio intendente y a otros tres funcionarios por peculado, cohecho, malversación de caudales públicos y asociación ilícita tras una denuncia de un empresario local, Facundo López debió esconder bajo la alfombra a Pedro Bottiglieri, que se desempeñaba como representante del municipio en el Consorcio de Gestión de Puerto Quequén.

 

En su reemplazo nombró al abogado Marcelo Rodríguez Olivera, quien creció políticamente al amparo de Gerónimo Venegas, al igual que Arturo Rojas. Llegó a encabezar la lista de candidatos a diputados del veneguismo compartiendo lista con Guillermo Arroyo, hijo del intendente de Mar del Plata, con Eduardo Duhalde como candidato a la presidencia y entre sus aspiraciones siempre estuvo la de presidir Puerto Quequén pero tuvo que conformarse con integrar la nómina del puerto como coordinador administrativo.

 

A simple vista el nombramiento suena al menos poco ético. El hombre designado para velar por los intereses de los necochenses en el puerto, al mismo tiempo cuida los intereses portuarios. Con motivo de un fuerte conflicto laboral que mantuvo al puerto inactivo por varios días lo presentaron en sociedad como “coordinador administrativo y director municipal del CGPQ”.

 

A sabiendas o no, el intendente resultó funcional a Arturo Rojas. Rodríguez Olivera le sumó otro voto al presidente en el directorio que lo acerca al control absoluto en las decisiones que afectan la operatoria portuaria. Sus socios en el directorio son Artemio Zufriategui, Juan Carlos Peralta, amigos personales de Rojas y Fernando Milesi, ex integrante en una de las listas que integró el titular de la estación marítima.

 

Rojas, que además es concejal por Cambiemos, es señalado como funcional a los intereses de los empresarios. En los tres períodos como concejal se caracterizó por crear tasas y votar todos los aumentos propuestos para los vecinos pero para con los empresarios de las poderosas multinacionales es más indulgente.

 

Utilizando su banca, hizo eliminar la tasa portuaria que pretendía cobrar una especie de peaje a las cerealeras, recursos que estaban destinados a obra pública para la localidad de Quequén, a la vez que defiende a capa y espada la instalación de empresas altamente contaminantes a escasos metros de escuelas y del polideportivo municipal. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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