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El aberrante hecho ocurrió el 1 de agosto, cuando una joven oriunda de Junín con la que el director de Recursos Humanos de Chacabuco, Andrés Raggio, mantenía una relación, gritó desde el interior del domicilio del funcionario.
El aberrante hecho ocurrió el 1 de agosto, cuando una joven oriunda de Junín con la que el director de Recursos Humanos de Chacabuco, Andrés Raggio, mantenía una relación, gritó desde el interior del domicilio del funcionario. A raíz de ello, un grupo de vecinos llamó a la policía, que pudo sacarla de la casa ubicada en la calle Pueyrredón.
Horas después, luego de ser inspeccionada en el hospital municipal, la víctima dejó asentada la denuncia por privación ilegítima de la libertad. Raggio en su defensa, esgrimió que se encontraba bajo los efectos de sustancias alucinógenas y que es un adicto compulsivo a las “drogas duras”. El Juzgado de Paz de Chacabuco libró una orden de detención para el funcionario y la joven pudo volver a Junín.
No obstante ello, durante los días siguientes, víctima y victimario continuaron el contacto y la mujer volvió a visitarlo en su domicilio de Chacabuco. El 14 de agosto, ocurrió lo inevitable: La joven volvió al hospital con evidentes signos de violencia en su cuerpo y una notable dificultad para respirar. Luego de la intervención de la policía, se dejó asentada una nueva denuncia en la UFI N°6 de la doctora Fernanda Sánchez, del departamento judicial de Junín. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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