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Teniendo en cuenta que en los próximos días se aprobará oficialmente el monto del ajuste para el 2019 en torno a los 25 mil millones de pesos, la gobernadora encaró personalmente un timbreo con la intención de explicar las polémicas decisiones cara a cara.
A pesar del auge de interés que despiertan las novedades sobre los cuadernos de Oscar Centeno, las autoridades de la provincia de Buenos Aires son conscientes que la principal preocupación continúa siendo la económica. Especialmente en barrios del Conurbano, la tendencia continúa siendo de desempleo y empleo precario frente a una inflación que aún está lejos de detenerse, como lo prometió el presidente Mauricio Macri durante su campaña.
De este modo, la gobernadora María Eugenia Vidal dio órdenes precisas a todos sus ministros de “estar donde está el que la está pasando mal”. Esto lo aprendió primero el ministro de Salud, Andrés Scarsi, quien tuvo que viajar hasta Lanús para enfrentarse cara a cara con los furiosos familiares del hombre de 36 años que entró al hospital a operarse el tendón de Aquiles y terminó cayendo por el hueco de un ascensor.
Teniendo en cuenta que en los próximos días se aprobará oficialmente el monto del ajuste para el 2019 en torno a los 25 mil millones de pesos, la gobernadora encaró personalmente un timbreo con la intención de explicar las polémicas decisiones cara a cara. Bajo la consigna “Salgamos juntos una vez más a escuchar a los argentinos”, se acercó a la puerta de entrada de una casa de estilo colonial, acompañada por las cámaras que filmaban el momento.
“Hola, buen día. ¿Cómo están?”, preguntó sonriente la gobernadora. La propietaria del domicilio la observó con incomodidad y luego le soltó lo que nadie pensó que iría a decir: “No me interesa”. “Bueno, bueno, no hay problema”, se apuró a contestar Vidal, mientras dejaba atrás la puerta cerrada de una vecina que, con toda seguridad, no le prestará su voto. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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