Desmantelan el hospital Evita Pueblo, especializado en asistencia materno infantil 

Por orden del ministro de Salud bonaerense, la directora del nosocomio Karina Fiquepron cerró el vacunatorio y ahora los pacientes son derivados al UPA Nro. 10, ubicado a unos 6 kilómetros y actualmente superpoblado, sin médicos y sin insumos. También cerraron los consultorios externos. “Karina está cumpliendo con el mandato que le dio Scarsi”, aseguraron off the record a REALPOLITIK. 

En medio del conflicto por el faltante de vacunas contra la meningitis para niños y adolescentes, el Evita Pueblo de Berazategui da señales de un mal aún mayor y ya se habla del desmantelamiento del hospital zonal que al año cubre la demanda de unas 150 mil consultas.

Hace apenas un año y medio la gobernadora María Eugenia Vidal, recorrió los pasillos del hospital junto a la entonces ministra de Salud Zulma Ortiz, al inaugurar remodelaciones en los servicios de obstetricia, terapia intensiva y un nuevo servicio de urología que demandaron una inversión cercana a los 500 millones de pesos.

Ahora el hospital, de perfil emergentológico y especializado en salud materno infantil, está siendo desmantelado. Las decisiones las está tomando la nueva directora Ejecutiva, Karina Fiquepron, quien viene de suprimir el vacunatorio, único en la región por lo que los pacientes son derivados al UPA Nro. 10 ubicado a unos 6 kilómetros de allí, donde los médicos y los insumos no dan a basto para cubrir la demanda. 

La situación se torna más lamentable aún al saber que Fiquepron resolvió también suprimir los consultorios externos al que asisten anualmente unas 73 mil personas de una de las regiones más sensibles de conurbano bonaerense. En ese contexto, la CICOP advierte que habrá medidas de fuerza, ya que falta personal para cubrir la demanda, mientras que los foros vecinales autoconvocados están llamando a organizar una “pueblada” y “tomar” la dirección hospital.

Cabe destacar que el ajuste en la salud pública se extiende a otros organismos sanitarios claves como el hospital Fiorito de Avellaneda, donde además de la falta de insumos y personal médico se suma la decadencia generalizada de la infraestructura hospitalaria. “Hay camillas en los quirófanos que se sostienen con sillas”, alertó un intermediario del lugar con el ministerio que dirige Scarsi. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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