Ex juez Luis Árias: ¿Por qué se enoja? ¿Qué le preocupa?

Hace algunas horas, desde la agencia de noticias REALPOLITIK (www.realpolitik.com.ar), publicamos un valioso material periodístico que da a conocer un informe secreto elaborado durante la gestión del ex gobernador Daniel Scioli, en el que se enumera un desconocido listado de víctimas del fatídico 2 de abril. Este material es tan solo una parte de varios documentos elaborados por el Servicio de Inteligencia, a los que este medio tuvo acceso.

El Informe Matzkin, como lo dimos en llamar, fue realizado por el ex titular de la Policía Bonaerense, Hugo Matzkin, a pedido del ministro de Justicia, Ricardo Casal, y por orden del gobernador Daniel Scioli. 

En ese marco, todos recordamos la valiosa labor desempeñada por el entonces juez Luis Federico Árias, quien llevó adelante un trabajo que, desde el lugar que nos toca, pareció casi una caricia al ánimo de Justicia de una ciudad en ruinas.

En este caso, sin embargo, creo que Árias equivocó el camino. A raíz del artículo difundido por REALPOLITIK, el ex funcionario judicial se despachó en las redes sociales con duras críticas hacia mi persona, acusándome de “mercenario”, de “cobrar” dinero para plantarle una operación de prensa y dando a conocer algunos ingresos que percibimos como medio de comunicación (lo cual no ocultamos, cualquiera puede ver los banners de nuestros clientes en la web).

Aun a pesar del respeto que le tengo, el planteo de Árias no hace otra cosa que llevarme a la duda. ¿Usted me critica por haber cobrado medio millón de pesos anual de pauta publicitaria de la municipalidad de La Plata? Le recuerdo que la Provincia, aquella que gobernaba Daniel Scioli, el principal sospechado de esconder el material que sacamos a la luz, le pagaba a usted un sueldo de 120 mil pesos mensuales, lo que hace una cifra anual de aproximadamente 1.500.000. Quiero creer que eso no genera en usted (como ocurre al menos en mi caso) una dependencia caprichosa. Sin embargo, agradézcale a Scioli tanto por la Ford Ranger 4x4  que maneja como por la casa de 2.500 metros cuadrados que tiene en Villa Elisa y que lo cobija todas las noches.

Por otro lado, le recuerdo que fue usted quien eligió nuestra Radio Realpolitik FM para tener una columna semanal, debido al trabajo de apoyo que realizamos sobre su labor hace ya muchos años. Fue desde allí también, desde donde usted se despachó a gusto y piacere durante meses contra la gestión de Cambiemos sin tener ningún tipo de “pero” de nuestra parte. 

No quiero tentarme a caer bajo, como lo está haciendo usted en este momento. No voy a hacer mención a la relación que lo unía con Matzkin. Tampoco voy a reflexionar sobre ese informe que usted insinuó conocer durante nuestra charla de WhatsApp y que fuera escondido bajo siete llaves por la administración de Scioli. 

No es mi intención dar a conocer la conversación de WhatsApp que usted mantuvo con mi esposa (supongo que porque no se animó a escribirme, a pesar de tener mi teléfono) minutos antes de la publicación, en donde usted amenaza con iniciar acciones legales para evitar que el material salga a la luz. 

En devolución a su comentario, sí me veo en la obligación de difundir algo que llamó poderosamente mi atención y creo que lo desenmascara en forma completa: su abrupta preocupación por el impacto que esto pudiera ocasionar en su futura campaña política.

Pero tampoco es mi intención correr el eje de la discusión. Creo que usted debería haber actuado diferente. Usted debería haber mostrado preocupación e interés tanto por este material como por el resto de los documentos del Servicio de Inteligencia que están en nuestro poder. Usted debería haber entendido que todo esto puede (como quizás no) ser valioso en el camino de encontrar justicia.

El 2 de abril, todos los platenses vimos casas inundadas hasta el techo. Todos aprendimos lo que es caminar con agua hasta la cintura. A muchos se nos inundó el auto, se nos murió una mascota. Otra parte aprendió lo que es subirse a un bote y tener que empezar de nuevo, cambiando lentamente nuestros muebles y pintando las paredes de nuestra casa, para tapar las marcas, tras esperar algunos meses para que no haya rastros de humedad.

En una población de 800 mil habitantes, todos conocemos a alguna víctima. Y disculpeme si le molesta, pero yo, como la mayoría de los platenses, seguimos creyendo que es imposible que la cifra de muertes no haya superado las cien personas y que, en ese marco, no haya un solo chico menor de edad o bebe en los listados oficiales.

Por favor, no nos haga dudar más de usted y de su labor y llámese a silencio, por lo menos hasta que decida blanquear su campaña electoral. (www.REALPOLITIK.com.ar)

(*) Santiago Sautel es magister en Consultoría Política y director del Grupo Realpolitik.

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