Con un Martiniano Molina ausente, los vecinos limpiaron ellos mismos las bocas de tormenta

Como ocurre en gran parte del sur de la provincia de Buenos Aires, la ciudad de Quilmes suele ser víctima de inundaciones que traen a maltraer a los vecinos de los barrios periféricos, como Solano o el barrio Kolynos, en los que los arroyos se desbordan con unos pocos milímetros de lluvia, dejando todo bajo el agua.

En abril, por sólo citar un ejemplo, los vecinos de Kolynos apostados sobre la vera del arroyo vieron con estupor como el agua crecía llevándose consigo toneladas de basura y arrastrando consigo a las casillas de las familias más humildes. En aquel momento, la respuesta del municipio que conduce Martiniano Molina fue nula.

En esta ocasión, los habitantes de Solano, ante la inminente tormenta del sábado, demandaron la presencia de la comuna para limpiar las bocas de tormenta y sumideros, que se encontraban tapados de basura. A pesar de los reiterados reclamos, nadie se presentó a ayudarlos. De hecho, mientras las nubes negras se arremolinaban sobre sus cabezas, Molina estaba de festejo por el día del Jubilado..

De este modo, los vecinos tuvieron que organizarse y meterse ellos mismos dentro de las bocas de tormenta, corriendo un serio riesgo dado que no cuentan con el equipo ni la preparación para ello. Cuando apenas faltaban minutos para el vendaval desatado en las últimas horas, que vino acompañado de granizo y fuertes vientos, aun había personas saliendo de debajo de las calles. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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