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24 de septiembre de 2018 | Municipales

Exclusivo REALPOLITIK

2 de Abril: En informes secretos, la SIDE cuestionó el número de víctimas anunciado por Daniel Scioli

En documentos clasificados, la SIDE comunicó a presidencia de la Nación que existían “discrepancias” entre la cantidad de víctimas dadas a conocer por el gobierno de Daniel Scioli y los testigos a los que tuvo acceso en su trabajo de campo.

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Durante la tarde - noche del 2 de abril de 2013, una celda de tormenta que se había formado en el Río de la Plata y que había avanzado más temprano sobre Berisso y Ensenada, se situó sobre la ciudad de La Plata, donde comenzó a regenerarse sobre sí misma durante algo más de cuatro horas, provocando que se acumulen unos 400 mm. de agua en las calles. El resto, es una historia tristemente conocida.

En la mañana del 4 de abril, cuando el agua estaba aún escurriendo de las miles de viviendas que se vieron afectadas, la SIDE comenzaba a informarle a la presidente la presencia de cinco piquetes en las zonas periféricas de la ciudad, especialmente en Villa Elvira, Villa Montoro y Los Hornos. Unas horas más tarde, los mismos se habían multiplicado en Los Hornos, City Bell y el casco céntrico, alcanzando dieciséis cortes de calle. Es en este informe donde la Secretaría de Inteligencia sugiere por primera vez: “Si bien hasta el presente el gobierno provincial habría advertido la presencia de cincuentaiuna víctimas fatales, fuentes cercanas al ministerio de Salud aseguran que en las morgues de los distintos hospitales de esta ciudad habrían ingresado al presente aproximadamente doscientos cuerpos producto del temporal”.

Aquel día fue de caos, improvisación y decisiones apresuradas. Mientras la municipalidad de La Plata disponía de treinta y tres centros de evacuados a lo largo y ancho de la ciudad, punteros de La Favela trataban de impedir que la gente entre en malón a los supermercados Vea y Disco de la zona en busca de alimento. El poder judicial dictaba un asueto en toda la jurisdicción, los docentes suspendían el paro de 72 horas que habían previsto para el 8 de abril y tanto las escuelas como la administración pública retomaban sus actividades a medida que volvían a tener luz en los edificios.

Según los documentos a los que tuvo acceso REALPOLITIK, los informes más importantes, no obstante, llegarían cuatro días después, el 8 de abril de 2013. En ellos, los agentes de la SIDE le informaban a la presidente Cristina Fernández de Kirchner lo siguiente: “Nuestras fuentes advierten discrepancias entre los números de fallecidos/desaparecidos que brinda el gobierno bonaerense a través del ministerio de Seguridad, con los dichos de los testigos y personas damnificadas”.

Algunas líneas más abajo, los agentes exponen algunas de sus conclusiones:

“La morgue del cementerio local, con capacidad para ciento cincuenta cuerpos, se encontraba colmada con doscientos cuerpos aproximadamente. También la morgue del hospital de Niños Sor María Ludovica, que fue utilizada para resguardar cuarenta cuerpos de adultos, dado que las correspondientes del hospital San Martín y Rossi estarían atiborradas”.

“Se habrían trasladado cuerpos a la morgue policial/judicial de Lomas de Zamora”.

“Los vecinos de los asentamientos a la vera de los arroyos aseguran haber visto desaparecer familias enteras”.

En la parroquia Santa Rosa de Lima, de la localidad de Villa Elvira, el padre Daniel Quintar aseguró a sus fieles en un correo: “Hago un mail general contando un poco (…) esto es una catástrofe bastante escondida por los medios y el gobierno. Solamente en mi zona hay más de cincuenta muertos. Están escondiendo los números. El comisario de Villa Elvira me dijo que son más de doscientos los desaparecidos y muertos. Hoy la Policía Científica estuvo sacando muchos cadáveres del arroyo Maldonado, y como muchos de ellos son indocumentados, no los quieren anunciar”.

Pocos días después, el párroco Quintar tuvo que desdecirse en plena misa. Según aseguraron ante REALPOLITIK víctimas de familiares que se encontraban presentes en el lugar, luego de su discurso, el cura bajó del altar y les confió a sus fieles que había sido obligado a desmentirse. Se lo notaba nervioso, ansioso. Al poco tiempo, el padre fue trasladado a una parroquia desconocida y desde entonces nadie lo volvió a ver. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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