A contramano de los festejos, la recaudación bonaerense aumentó solo por la inflación

En las últimas semanas, funcionarios de la cartera de Economía cuyo titular es Hernán Lacunza, anunciaron con bombos y platillos que para fines de agosto ya se había percibido el 70 por ciento de lo calculado en el Presupuesto 2018. De este modo, anticiparon, no habría inconvenientes en cumplir e incluso superar la meta formulada.

Si bien la aseveración es cierta en términos monetarios, un análisis pormenorizado de la realidad demuestra que la razón del desempeño recaudatorio bonaerense no está en la eficiencia de los procedimientos sino simplemente en el impacto de la inflación, que promovió un aumento considerable en el costo de los tributos.

De acuerdo a un informe elaborado por el senador Juan Manuel Pignocco, la recaudación al 31 de agosto de 2018, que asciende a unos 174.467 millones de pesos, implica un adicional de 35.924 millones, pero que sin embargo a la vez evidencian una pérdida en términos reales de 8 puntos porcentuales si se la compara con la inflación, medida según el índice de precios del IPC-CABA.

De este modo, a excepción de los impuestos patrimoniales sobre los inmuebles, el resto de las cargas registran caídas reales.

Por ejemplo, la recaudación del impuesto sobre los Ingresos Brutos registró un aumento interanual del 23.8 por ciento, alcanzando los 118 mil millones de pesos. No obstante ello, comparado por el 33.6 por ciento del incremento del IPC indica una caída en términos reales del 9.8 por ciento. En el mismo sentido se mueven el impuesto de Sellos, el Automotor, y en planes de pago, sólo siendo mejorado por el Inmobiliario.

De este modo, los ingresos tributarios generales de la provincia de Buenos Aires continúan padeciendo los efectos de la inflación y la recesión económica, que no dan respiro a los ciudadanos bonaerenses. (www.REALPOLITIK.com.ar)  

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