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En los estudios de REALPOLITIK.FM
Gerardo de Santis: “Argentina fue el país del mundo que más deuda tomó en los años 2016 y 2017”
El economista Gerardo de Santis dialogó con RADIO REALPOLITIK (www.realpolitik.fm) sobre el acuerdo con el FMI, el mercado y la situación económica actual. “Argentina se convirtió rápidamente en el país que paga la tasa especulativa en dólares más alta del mundo”, aseguró.
El economista Gerardo de Santis dialogó con RADIO REALPOLITIK (www.realpolitik.fm) sobre el acuerdo con el FMI, el mercado y la situación económica actual. “Argentina se convirtió rápidamente en el país que paga la tasa especulativa en dólares más alta del mundo”, aseguró.
A continuación, lo más destacado de la entrevista.
RP.- ¿Qué sensaciones le causa la modificación del acuerdo con el FMI?
Lo que implicó esta modificación del acuerdo es que se aumenta lo que el FMI nos presta en 7 mil 100 millones y que se adelantan desembolsos que estaban previstos para 2020 y 2021 para, de alguna manera, facilitarle al gobierno los compromisos que tiene de vencimientos de deuda y pago de intereses. Uno podría decir hace 3 meses, cuando se firmó el acuerdo, que 51 mil millones de dólares es muchísimo, pero cuando uno empieza a mirar y se da cuenta que son 15 mil en ese momento y 3 mil en cada trimestre y que eso se extiende en el tiempo a prácticamente 3 años y lo comparás con los compromisos que Argentina tenía, por un lado desde ese momento a futuro, y por otro con la situación de crisis cambiaria que estaba sufriendo el país, rápidamente la cuenta daba que ese monto no alcanzaba. Los economistas lo detectamos rápidamente y el mercado también, porque desde ese momento en adelante se empinaron las cosas. El riesgo país aumentó, la corrida también y al gobierno se le hizo cuesta arriba, tuvo que seguir aumentando la tasa de interés en pesos, siguió vendiendo reservas, la caída de reservas aumentó, entre otras cosas. Ahora el gobierno reconoció que el acuerdo de los 50 mil no alcanzaba. Lo dijeron ahora, cuando todo el mundo lo tenía claro, la pregunta es: “¿Esta ampliación alcanza?”
RP.- Muchos se preguntan eso. ¿El mercado también?
La primera ampliación del riesgo país, que más o menos mide lo que los acreedores piensan sobre si vos les vas a pagar o no, primero bajó, pero después volvió a subir. Uno podría pensar: Si el riesgo país baja, hay cierta tranquilidad, y eso estaría reflejando que los acreedores tendrían garantizado que van a cobrar; pero, lo que ocurrió acá fue, por otro lado, que el dólar siguió subiendo, el riesgo país se deterioró y hubo una caída de reservas importante. El otro dato importante es que, entre el acuerdo está establecido que el Banco Central no va a expandir más la base monetaria, que dicho de otra manera sería "voy a pagar la tasa de interés que sea para contraer la cantidad de pesos que hay en la economía" y el viernes la tasa llegó al 65 por ciento. Eso tiene un correlato, las PYMES, que tienen que operar cotidianamente con pesos, si tienen que descontar un cheque les están cobrando el 70 por ciento, o sea, imposible, no resiste ningún negocio productivo una tasa de interés de semejante envergadura. Entonces, el costo que están teniendo las empresas, para su funcionamiento, la cuestión operativa y la necesidad de liquidez de las empresas es carísimo. Para las familias también, hoy uno lo peor que puede hacer es financiarse de alguna manera, entonces hay que vivir de contado, con lo imprescindible, el día a día y no tomar ningún tipo de deuda. Ése es el panorama que estamos viviendo con una tasa de esa magnitud.
RP.- El martes pasado se vieron dos imágenes: Por un lado, el viaje de Macri a Estados Unidos en el que fue premiado, y, al mismo tiempo, un paro nacional en Argentina. ¿Cómo relaciona estas dos postales?
Obligatoriamente van juntas. Si vos estás en un programa de acuerdo con el FMI, seguramente estás mal o muy mal. El Fondo te presta cuando nadie más te quiso prestar, cuando estás casi quebrado. A su vez, el FMI tiene distintas categorías de crédito acuerdo a lo mal que esta el paciente, para el que está peor, le dan un stand-by, a nosotros nos dieron eso, junto a un puñado de países. El mercado dice que la Argentina está fuera del mundo, no le prestamos mas, y el FMI dice, además que estás fuera del mundo, sos el que está peor. Ya casi nadie, de los países más o menos importantes, recurre al Fondo, todos le esquivan.
Las dos fotos van juntas. Y la película va a continuar porque de acá para adelante lo que uno puede prever es que la situación social se va a agravar porque el nivel de inflación va a seguir alto, por lo tanto la caída de los ingresos reales del 80 por ciento de la población va a seguir cayendo. Eso va a dar como resultado que la demanda, el consumo y el nivel de actividad va a bajar, que va a generar que el nivel de empleo se siga deteriorando. Este gobierno en su mejor momento casi no generó empleo y lo que generó fue de mala calidad, ahora ya estamos en valores negativos en empleo formal. El grueso de las familias argentinas va a sufrir una caída del salario real muy importante y un aumento de la desocupación. Todavía falta el período más crítico.
RP.- Muchos critican a Macri porque no fue al shock desde el primer momento, sino que fue graduando la situación. ¿Piensa lo mismo?
Esto es también un poco de shock. Primero habría que determinar si fue gradualista o no, porque se salió del cepo y se liberalizaron las regulaciones que había a la entrada de capitales especulativos y al manejo de las divisas. Esto fue en shock, automáticamente. El mercado de capitales quedó liberado a poco de haber comenzado el gobierno, ahí hubo un shock. Las tasas de interés y las políticas de metas de inflación con tasas de interés muy altas, arrancaron en marzo de 2016. Entonces lo que conocemos como bicicleta financiera, arrancó de entrada, que es uno de los motivos centrales que derivan en esta situación. Argentina se convirtió rápidamente en el país que pagaba la tasa especulativa en dólares más alta del mundo.
En ese aspecto yo creo que hubo shock. Lo hubo también en la recomposición de las rentabilidades a los sectores primarios, o sea la transferencia de ingresos por la devaluación y la quita de retenciones y por el pretendido ajuste tarifario, que no ocurrió porque la justicia se lo impidió, pero la política de transferencia de ingresos del 80 por ciento de la población al 20 por ciento más rico, fue de shock.
En cuanto al sector público, se cayó la recaudación fiscal, porque bajaron los impuestos a los bienes personales, porque se cayó la actividad económica, con lo cual se deterioraron los ingresos fiscales vinculados, o sea que a poco de andar, el gobierno agravó el déficit fiscal. Ahí tampoco podemos hablar de gradualismo.
Otra cosa que no fue gradual fue el ritmo de endeudamiento. Argentina fue el país del mundo que más deuda tomó en los años que van del 2016 al 2017, en términos absolutos, a razón de más o menos 40 mil millones por año. Esas cosas se hicieron rápidamente.
Uno podría pensar que lo que quedaba un poco por rever era el tema de los ajustes sobre las jubilaciones, las provincias, el gasto público en general, ahí hubo una reducción y ahora estamos con esta situación en la que efectivamente se viene el ajuste fiscal, que ya empezó porque los salarios han caído en términos reales.
RP.- Esto puede derivar en una suerte de crisis del 2001
Hay similitudes estructurales. A aquello llegamos por una situación de sobreendeudamiento, dólar barato, especulación financiera, que no llega a la que fue en este gobierno, pero la diferencia es que en esa época había una ley de tipo de cambio fijo y explotó en un momento. Ahora viene en cuotas. Nosotros hemos tenido una devaluación de 120 por ciento en un año, estirada en el tiempo, no tan alta como aquella. Después hay otra cuestión, los indicadores sociales en aquel momento tenían cierto nivel de deterioro, pensemos que en la convertibilidad la tasa de desocupación había llegado a 17 o 18 por ciento, con un nivel de informalidad muy importante, entonces la crisis agarró sin red social a la comunidad. Acá, un sector importante de los sectores más pobres, tienen la asignación universal, entre otras cosas. Estamos en una situación muy complicada pero hubiese sido peor sin esa red.
RP.- ¿En aquel momento los bancos tenían la misma plata que hoy?
En aquel momento la cantidad de dólares que había en Argentina, entre lo que estaba en el Banco Central más los bancos, te daban una relación de convertibilidad aproximadamente de 7, o sea que tendríamos que haber pasado de 1 peso por dólar a 7. Acá falta bastante para seguir, porque el dólar de convertibilidad daría 80 o 90. La cuestión es que un país que no emita dólares, lo que no pude hacer es emitir argendólares, o sea, parece que tenemos dólares pero no los tenemos. Cuando vos vas con pesos y comprás un bono en dólares y creés que tenés dólares, no estoy generando dólares para el país, no generé nada para Argentina. A nivel sociedad, si vos mirás la balanza de pagos del país desde el 90 al 2001, no generó ni un dólar genuino, sólo entraron por venta de activos, privatizaciones, y el resto por endeudamiento, pero el dólar genuino, porque vos vendiste más de lo que te gastaste, es negativo.
Eso se replica en estos 2 años, en Argentina la generación neta de dólares es negativa. La economía no generó dólares, sino que se endeudó a un ritmo muy importante. El déficit externo del país el año pasado llego a 5 puntos del PBI, ahí tenemos otro record mundial, y eso lo estuvimos financiando con endeudamiento. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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