El caso que salpica a Carlos Arroyo: Se acerca el juicio por el “empalamiento” de Lucía Pérez

El hijo del contador del intendente Carlos Arroyo junto a otros dos imputados deberían afrontar el juicio oral y público en los próximos días tal cual lo resolvió Tribunal Oral N°1 de Mar del Plata en abril de este año. La menor murió “empalada” aunque se generaron dudas en torno a la causa de muerte durante el proceso probatorio. Los padres quieren “una condena ejemplar”.

El femicidio que conmueve a la ciudad balnearia ocurrió el 8 de octubre de 2016 y pese al caudal de pruebas el proceso probatorio estuvo plagado de anomalías que intentaron deslegitimar la causal de muerte. La joven de 16 años murió por “empalamiento”, tal cual lo relató en las horas posteriores en conferencia de prensa la primera fiscal que tuvo el caso. Al describir el aberrante crimen María Isabel Sánchez dijo que en toda su carrera no había visto algo igual, e impulsó la investigación por “abuso sexual seguido de femicidio”. 

Posteriormente Sánchez fue apartada del caso con licencia psiquiátrica y reemplazada por el fiscal Daniel Vicente quien, junto a la defensora pública, María Laura Solari, presentó en abril de este año un escrito ante el Tribunal Oral Nro. 1 de Mar del Plata para que la audiencia pública se realice entre el 30 de octubre y el 14 de noviembre.

Pese al apartamiento de la fiscal, el juez de Garantías Gabriel Bombini mantuvo la carátula y los tres detenidos que mantiene la causa afrontarán un juicio por “abuso sexual agravado y femicidio". Se trata de Matías Farías (23), Juan Pablo Offidani (41) y Alejandro Maciel (61). 

Según la reconstrucción, Lucía Pérez había conocido a Matías Farías y a Juan Pablo Offidani en la puerta de la escuela a la que asistía en Juan B. Justo Nro. 700 el 6 de octubre de 2016 cuando les compró marihuana. Siguieron en contacto telefónico y se reunieron al otro día cuando Farías y Offidani la pasaron a buscar por su casa, luego fueron hacia la vivienda del primero donde finalmente fue asesinada. Posteriormente abandonaron a la joven en un centro de salud de playa Serena. 

La caratula inicial fue por “averiguación de causal de muerte”, que pronto se dirimió en la autopsia, pero las pesquisas se tornaron confusas, casi en consonancia, cuando se supo que uno de los implicados era Juan Pablo Offidani, miembro de una prestigiosa familia de Mar del Plata e hijo de Eduardo Offidani, contador del intendente Carlos Arroyo. 

A pedido de la familia, de la defensa del hombre de 41 años que merodeaba por los colegios vendiendo cocaína y marihuana, se hizo cargo Cristian Prada, un abogado que se desempeñaba en la secretaría de Seguridad de la comuna.

El dato no es menor, ya que a partir de ahí y pese al estado del cuerpo en el que se hallaron hasta restos de vidrio, los informes de los peritos se plagaron de dudas. Incluso, el juez Bombini, quien resolvió en primera instancia procesar a los acusados por "tenencia ilegítima de estupefacientes con fines de comercialización agravado por ser en perjuicio de menores", dijo que “la cuestión ha quedado con mayor grado de duda a partir de las divergencias expresadas por los distintos peritos intervinientes”. 

Tres médicos, incluida la médica que hizo la autopsia, dijeron que “existe la probabilidad de que haya existido el abuso sexual con resultado de muerte”; los médicos de Asesoría Pericial de la Suprema Corte expresaron que “aunque existen signos de brusquedad no pueden afirmarlo ni excluirlo”; en tanto que para la perito de la defensa “la causal de muerte es indeterminada y asegura que no puede afirmarse la existencia de abuso”. Coordinadamente, y sin atender a las lesiones que presentaba el cuerpo a causa de la violación, los peritos coincidieron en afirmar que la joven murió por un “edema pulmonar de causa tóxica probablemente vinculada al consumo de cocaína”. 

La versión de los peritos coincidió con la de los imputados que en un primer momento pretendieron hacerlo pasar por una sobredosis. Luego se llamaron a silencio. También la familia de Offidani y el intendente trataron de despegarse de la causa que cuenta con un gran caudal de pruebas y testigos. La familia, que hasta en los días posteriores del crimen había apañado al hijo diler le retiró la ayuda tras sufrir un escrache en la escribanía ubicada en avenida Colón Nro. 3144. Los huevazos y pintadas que sufrió el apellido que hasta ahora se había mantenido impoluto en la clasista Mar del Plata, alertó al propio Arroyo que despidió a su funcionario Prada, y hasta organizó una reunión con los padres.

Pero el manoseo de las pruebas ya se había realizado y ahora la sociedad marplatense espera ver el resultado de estas anomalías en la instrucción en el juicio oral y público que tendría que comenzar a fin de mes. Solo después de que le soltaran la mano, el Tribunal de Apelaciones compuesto Javier Gustavo Mendoza, Esteban Ignacio Viñas, Marcelo Alfredo Riquert, modificó la imputación para Offidani: de coautor del homicidio a partícipe necesario en primer grado.

Hasta allí, la defensa trató de alejarlo del momento del crimen, atribuyéndole solo la función de “chofer” y que asistió a Farías cuando este lo llamó. En tanto, Los padres de Lucía cuestionan que el tercero de los implicados, Alejandro Maciel, goce del beneficio de arresto domiciliario y “tome mate en la vereda”. Para ellos es “una burla constante” y esperan que la Justicia aplique “una pena ejemplar”. (www.REALPOLITIK.com.ar) 

SI TE GUSTA
LO QUE
HACEMOS

Ayudanos a seguir haciendo
periodismo con la mayor
independencia y objetividad
posible.

COLABORÁ A PARTIR DE $500

COMENTÁ / VER COMENTARIOS