Por irregularidades, el ministerio de Trabajo suspendió la obra del estadio de 57 y 1

Una mancha más y van… La dirigencia de Estudiantes de La Plata volvió a comprobar que la megaobra del estadio de 57 y 1 pareciera estar embrujada. Al interminable ida y vuelta que implicó la obtención del dinero para financiarlo, ahora se suma un nuevo capítulo en la bochornosa gestión del emprendimiento.

Hace apenas horas, una inspección del ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires se presentó de improviso en las inmediaciones del estadio. Luego de corroborar que la situación de la obra no estaba conforme a la ley, procedieron a ordenar la suspensión de tareas por múltiples incumplimientos.

Poco importó la presencia de autoridades del club en el predio o del ingeniero a cargo, las autoridades notaron que, a pesar de los inexplicables retrasos, la institución aún no dispuso de las condiciones necesarias para el trabajo seguro de sus obreros.

El reciente se suma a una larga lista de bochornos de parte de la dirigencia del club. Luego de dar por tierra con el préstamo de la empresa china Goldmax por entregar mal los papeles, de intentar conseguir el dinero con la banca estatal, un banco privado y hasta un prestamista platense, de modificar las condiciones del césped y hasta de los palcos para abaratar costos, ahora deben cerrar, una vez más, las puertas de la obra por nuevas irregularidades. A este paso, poco y nada de lo prometido por la dirigencia parece haberse cumplido en la práctica. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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