Margarita, Alfonsín y Lifstchitz se lanzan el 30 de octubre y prometen unirse a Massa

Dentro del peronismo entienden que las elecciones 2019 presentarán dos frentes extremos compuestos por Cambiemos y el kirchnerismo. En este escenario, la apuesta es transformarse en la vía del medio, un frente peronista no kirchnerista que acapare a la enorme masa de votantes que, no conformes con el gobierno de Mauricio Macri, tampoco desean volver a Cristina Fernández de Kirchner y sus aliados.

Algo de esto se vio en las últimas semanas con la publicitada “Mesa de Massa”, a la que se sentaron Sergio Massa, Juan Manuel Urtubey, Miguel Ángel Pichetto y Juan Schiaretti. La clave estaría escondida en agregar algunas sillas a dicha mesa, con el objetivo de sumar al radicalismo y al progresismo en lo que promete ser la fórmula que supere, de una vez por todas, a la tan mentada grieta.

Si bien Agustín Rossi intentó sumar al kirchnerismo a la tabla de negociaciones al afirmar que “se debe juntar todo el arco opositor, desde la izquierda hasta el Frente Renovador”, el parecer de la mayoría del nuevo frente es que el grupo de seguidores de CFK constituye uno de los propios polos que se proponen esquivar. Nada de Cambiemos, nada de los K. Todo el resto es viable.

Los que pican en punta para sumarse como aliados son Margarita Stolbizer, Ricardo Alfonsín y Miguel Lifstchitz. Los tres se reunieron en numerosas oportunidades y prometen volver a hacerlo el próximo 30 de octubre, en el 35° aniversario de la vuelta de la democracia con la primera presidencia de Raúl Alfonsín. Entre bambalinas, Massa ya habría dado el OK para este acercamiento. Al igual que el resto, considera que la unión de los moderados hará la fuerza.

El progresismo promete incluso una variable en la que tanto Cambiemos como el kirchnerismo parecieran estar haciendo agua en los últimos meses: los partidos provinciales. Con las constantes críticas al oficialismo y la avanzada de la Justicia sobre los dirigentes K, tanto de un lado como del otro han sufrido un éxodo considerable y son conscientes de tener un techo que, por ahora, parece inamovible.

Alistados para unirse al grupo están los militantes de Libres del Sur. La corriente, actualmente escindida por la separación entre Victoria Donda y Humberto Tumini, ya tendría acordado el ingreso al frente electoral. La diputada Donda y la agrupación Barrios de Pie, por su parte, aún no descartaron la idea.

Otro de los que podría estar cerca de esta mesa es Martín Lousteau. Pero quien merece un párrafo aparte en este esquema es Florencio Randazzo. La posición del “Flaco” dentro del equipo que encabeza Massa es toda una incógnita. Si bien tanto dentro como fuera del grupo aceptan que el ex ministro de Transporte es número puesto, no se muestra en las fotos y tampoco declaró nada contundente al respecto. Las versiones más firmes hablan del miedo a un “carpetazo”, con el que amenazan al ex dirigente kirchnerista desde la sospechosa muerte del fiscal Alberto Nisman.

A doce meses de las elecciones generales, la composición de los frentes en disputa pareciera confirmar que lo que importa ya no son las ideas sino los nombres. Con un radicalismo unido al kirchnerismo, enfrentando a un Cambiemos de centroderecha liberal que paga planes sociales, las intenciones de voto ya no giran alrededor del viejo esquema partidario sino de nombres propios, que por ahora parecen ser los de Mauricio Macri, Cristina Fernández y una coalición centrista encabezada por Sergio Massa. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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