Martiniano Molina dejó en la calle a un querido funcionario local enfermo de cáncer

Félix Grzemailo es toda una celebridad en Quilmes. Rescatista de vocación, sacó provecho de su oficio de herrero y construyó un batán con sus propias manos con el objetivo de alojar caballos en situaciones de vulnerabilidad. Su historia política también resulta pletórica en contradicciones. El intendente Martiniano Molina lo nombró director de Fiscalización Equina del municipio, pero poco tiempo después le quitó apoyo, por lo que Grzemailo tuvo que financiar muchas de las campañas de su propio bolsillo.

Aun así, se labró un nombre entre los ciudadanos a fuerza de localizar, rescatar, curar y trasladar a todos los equinos de la zona. Para ello, utilizó vehículos fabricados por sus propias manos, dado que Molina no le facilitó los oficiales. Combustible, medicamentos para los animales, alimento y materiales, todo corría por su cuenta. Durante las navidades, se vestía de Papá Noel y recorría los hospitales locales con regalos para los más chicos y los enfermos. De nuevo, todo corría por su cuenta.

A pesar de ser uno de los pocos funcionarios locales que cuentan con un apoyo incondicional de los ciudadanos de Quilmes, el intendente Molina lo despidió por “diferencias políticas”.

La decisión del cocinero mandamás no pudo haber llegado en un peor momento. El ahora ex funcionario municipal está comenzando la lucha contra un incipiente caso de cáncer. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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