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Haciéndole el juego a Cambiemos
Rumbo a la Gobernación: Ya comenzó la interna Magario - Insaurralde
Luego de haber perdido poder en la Federación Argentina de Municipios tras el vaciamiento que hicieron los radicales en 2015, la intendenta de La Matanza logró conseguir un nuevo mandato al frente de la asociación que agrupa a las comunas a nivel nacional y se anota en la difícil carrera para suceder a María Eugenia Vidal el año próximo.
En una elección donde Verónica Magario recibió un fuerte apoyo de los jefes distritales del conurbano bonaerense, la intendenta de La Matanza fue reelecta para ejercer un nuevo mandato hasta el 2020 al frente de la Federación Argentina de Municipios. Si bien el cargo no representa un beneficio tangible, en lo simbólico establece una demostración de poder que la catapulta automáticamente a ser observada como una de las posibles candidatas desde el peronismo a ocupar la gobernación el próximo año .
Con un tono opositor férreo al gobierno de María Eugenia Vidal, en el que se encolumnan muchos intendentes bonaerenses de Unidad Ciudadana y también del PJ, la jefa del ejecutivo de la localidad del conurbano representa una figura que puede calar hondo en el amplio espectro del votante de a pie de la provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, lo difícil en la provincia más grande del país no es sólo ser elegida para el cargo, sino ser escogida para ser candidata a ese puesto en un peronismo que plantea tantas divisiones como las que se dan a nivel nacional. En ese marco, Magario es observada en Buenos Aires con buenos ojos, valga la redundancia, desde un amplio espectro de lo que representa el armado de Unidad Ciudadana pero encuentra en Martín Insaurralde un serio rival de cara al 2019.
El intendente de Lomas de Zamora desde hace tiempo viene coqueteando con los intendentes del conurbano y demostrando por medio de la Cámara de Diputados provincial un fuerte manejo de muchos dirigentes que han favorecido en su votación los pedidos del esposo de Jesica Cirio que desde hace tiempo intenta escalar en su carrera política. Ante este manejo dialoguista que lo vincula a la aprobación de ciertas Leyes rutilantes que Vidal envió a la Legislatura provincial, algunos han empezado a distanciarse del lomense.
Por su parte, los jefes comunales que quedaron en el interior luego de la masacre electiva del 2015 por aquella zona, se muestran cautelosos y no hablan de candidaturas esgrimiendo los graves problemas que vive hoy el país en materia económica. No obstante, algunos piden una oportunidad para anotarse en la boleta que permita representación al peronismo rural.
Lo que es indispensable de cara a una posible candidatura que destrone a una María Eugenia Vidal, que hasta el momento parece irá por la reelección en la provincia, es que no se repliqué la guerra interna que sucedió en el 2015 entre Julián Domínguez y Aníbal Fernández que en gran parte determinó que por primera vez el sillón de calle 5 se encuentre en manos de un dirigente que surgía de otra fuerza política que no sea el peronismo.
Desde este aspecto, se deberá ver cómo se alinean los planetas del justicialismo nacional para luego observar cómo hace lo propio el provincial. Lo seguro es que si hay una división, la única que ganará es la actual mandataria bonaerense que se verá fortalecida en una suerte de “divide y reinarás” que hasta el momento ha ejecutado a la perfección el armado político de Cambiemos -en los diferentes niveles de gobierno- que ha mostrado una importante evolución a la Alianza de 1999. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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