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17 de octubre de 2018 | Nacionales

Entrevista REALPOLITIK.FM

López Murphy negó similitudes entre De la Rúa y Macri: “No tiene nada que ver la situación”

El ex ministro de Defensa y Economía de la Nación, Ricardo López Murphy, dialogó con RADIO REALPOLITIK (www.realpolitik.fm) sobre la situación económica de este gobierno, su relación con la crisis del 2001, los dichos de Garavano y la ayuda social del gobierno de Mauricio Macri: “Lo que se ha hecho es prorrogar el status quo y ampliarlo”, aseguró.

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por:
Rosario Castagnet

El ex ministro de Defensa y Economía de la Nación, Ricardo López Murphy, dialogó con RADIO REALPOLITIK (www.realpolitik.fm) sobre la situación económica de este gobierno, su relación con la crisis del 2001, los dichos de Garavano y la ayuda social del gobierno de Mauricio Macri: “Lo que se ha hecho es prorrogar el status quo y ampliarlo”, aseguró.

A continuación, lo más destacado de la entrevista.

RP.- ¿Cree que haya un paralelismo entre este gobierno y el de Fernando de la Rúa, en el 2001?

Son circunstancias muy distintas. A fines de la década del 90 hubo un shock muy severo para todos los países emergentes, sobre todo para Sudamérica. Por eso, las crisis que sufrieron Brasil, Uruguay y Argentina, fueron muy severas en esa época, y estuvieron muy vinculadas a la crisis asiática y la crisis rusa. Además de este derrumbe de Brasil, que es la economía más importante de la región. Nada de eso está ocurriendo hoy y no tiene nada que ver la situación, objetivamente vista, con los problemas dramáticos, tremendos, que se enfrentaron a fin de la década del 90 y principio del siglo XXI. Hoy no están esos problemas en la región y tampoco en el mundo, no hay una crisis comparable a la asiática o a la rusa en este momento. 

RP.- Usted habló de una crisis cíclica y que para salir de esto tendríamos que tener diez años de austeridad, ¿esto significa dejar de lado los partidos populistas?

Yo uso el término austeridad como sinónimo de consolidación fiscal. O sea, yo creo que la Argentina enfrenta diez años de algo parecido a presupuestos balanceados. Me parece que eso va a estar impuesto por la realidad, no va a tener un fácil acceso a la deuda, la misma va a ser una tarea compleja y es por eso que no va a poder recurrir como en el pasado a endeudamientos funcionales. 

Lograr este equilibrio presupuestario y poder realizar la tarea de renovar la deuda y de repagar los préstamos de emergencia que recibimos, va a ser todo un desafío. No me parece algo extraordinario, me parece que sólo se va a poder lograr un desempeño de este orden si hay un acuerdo institucional de gestión. 

Yo no creo que la idea de gobernar en minorías y usar la excusa de que se es minoría para no hacer nada se agote con este gobierno. Los próximos gobiernos van a tener que introducir reformas importantes en toda la gestión del estado, algunas me gustarán, otras no, pero me parece que va a ser un requisito sine qua non para la gobernabilidad de Argentina. El riesgo más grave que enfrenta nuestro país es la ingobernabilidad. 

RP.- A las asignaciones universales y demás ayudas sociales este gobierno las mantuvo pero no encontró una solución a este problema. ¿Cómo ve esto?

Ahí está claro que el diseño de esas políticas ha sido una forma de emparchar dificultades. No ha habido un diseño estructural de cuál es la responsabilidad de la política social, cuáles van a ser sus empeños, sus compromisos, cuáles son valiosos y cuáles no. Yo creo que ahí hay un problema enorme de transparencia. Hay que pasar de los subsidios como modo de vida a los subsidios como un tránsito al retorno al mundo del trabajo y a vivir del sudor de la frente. 

Es una transición compleja a la que creo que no se ha prestado atención y lo que se ha hecho es prorrogar el status quo y ampliarlo. Ahora, ampliar políticas que son transitorias como si fueran permanentes, yo creo que no induce a la transformación que Argentina tiene que hacer. 

Gran parte de nuestras dificultades se vinculan a la falta de un plan organizativo del estado, serio, responsable y financiado. 

RP.- ¿Se debería volver a los seis años sin reelección para presidentes?

Yo nunca hubiera hecho la reforma constitucional en los términos que se hizo en el 94. Yo creo que esa reforma, guiada por el afán reeleccionista, le hizo mucho daño a la Argentina. En el sentido que no tuvo la atención debida. Es verdad que otros países, como Estados Unidos, funcionan con este régimen, pero es verdad también que su diseño institucional es mucho más cuidadoso que el resto. 

Nosotros cambiamos de presidente del Banco Central cada tres meses. Eso da una idea de la fragilidad, la vulnerabilidad de usar ejemplos que no reflejen nuestra fragilidad institucional. 

Esa fragilidad que nosotros tenemos nos ha puesto en un estado de vulnerabilidad social donde todo el mundo habla de la coyuntura, de qué pasa con el dólar hoy, ese tema obsesivo, disparatado que tiene Argentina. En ningún otro país pasa eso.

Yo creo que la fragilidad de nuestro sistema político es una de las explicaciones cruciales de por qué fracasamos. El fracaso nuestro es extendido en el tiempo, eso creo yo que requiere una explicación institucional. Es mi sensación que una de las partes del fracaso institucional es justamente la degradación de los partidos políticos

RP.- ¿Usted coincide con Garavano en el sentido de que no deberíamos tener presidentes juzgados en Argentina o es sano para una república poder juzgarlos?

En principio elimina de nuestro orden constitucional la igualdad ante la ley. Acá no hay derecho adquirido, toda esa tontería que se dice sobre esto, sobre los privilegios de los presidentes, no resiste una inspección liviana en nuestro orden institucional. La igualdad ante la ley es la base de las cargas públicas, de nuestra organización institucional. Esa es una expresión extremadamente desafortunada del ministro de Justicia. No hay diferencias para nadie, del primero al último tienen que enfrentar las consecuencias de sus actos.

RP.- ¿Alguna vez se planteó qué hubiese pasado si Kirchner no hubiera asumido?

Desgraciadamente los votos no nos acompañaron. Nunca voy a terminar de entender por qué la gente votó como votó en el 2003. Sobre todo, si uno miraba los antecedentes de los candidatos. A mí me parecía muy clara la diferencia que había entre las propuestas, las conductas y la trayectoria nuestra con la del gobernador de Santa Cruz de ese entonces. Pero bueno, ocurrió lo que ocurrió, la historia no se puede rehacer. 

Yo creo que hubiéramos aprovechado la oportunidad más excepcional que tuvo nuestra patria, que fue la primera década del siglo XXI. Hubiéramos aprovechado esas circunstancias, jerarquizado la decencia y la honestidad de los comportamientos, fortalecido las instituciones y les hubiéramos devuelto a los argentinos el entusiasmo de vivir en un país del que se enorgullezcan. 

Hubo un voto poco lúcido que miró una espectacular pérdida de oportunidades. Creo que a esta altura ya está, ya ocurrió. Me parece que no tiene sentido pensar cómo hubiera sido. Creo que hubiéramos tenido una gran oportunidad para mejorar fuertemente nuestro desempeño, pero ya ocurrió. (www.REALPOLITIK.com.ar)

 

*La entrevista se realizó en el marco del programa Fondo a la derecha que se transmite de lunes a viernes de 12.00 a 14.00 por RADIO REALPOLITIK.


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