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5 de noviembre de 2018 | Provincia

En el marco de su candidatura

Unión peronista: Máximo Kirchner ya se puso en marcha en Bahía Blanca

A espaldas de La Cámpora, pidió la presencia de Dámaso Larraburu con el objetivo de cimentar una unidad que lo apuntale en la localidad del sur de la provincia de Buenos Aires, hoy bastión de Cambiemos.

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La reunión causó un notorio revuelo. Primero en Bahía Blanca y luego en el resto de la provincia de Buenos Aires. Hace apenas unas horas, Máximo Kirchner recibió en su despacho del Congreso Nacional a Dámaso Larraburu, viejo cacique del peronismo bonaerense, ex director del Banco Provincia y 3 veces diputado nacional.

Ex referente menemista, kirchnerista y massista, Larraburu es considerado el “dueño político” de Bahía Blanca, quien maneja realmente los hilos a la sombra del intendente Héctor Gay. Conociendo esta realidad, Máximo habría pedido su presencia con el objetivo de cimentar una unidad que lo apuntale en la localidad del sur de la provincia de Buenos Aires, hoy bastión de Cambiemos.

Cabe recordar que Martín Larraburu, politólogo e hijo de Dámaso, saltó a la fama hace apenas unos meses cuando fue detenido en el marco de la causa de los cuadernos, acusado de haber sido mano derecha de Juan Manuel Abal Medina cuando éste era jefe de Gabinete de Cristina Fernández de Kirchner y manejaba cuantiosas coimas. En su casa encontraron pendrives con información codificada que explicaba en detalle el reparto del dinero ilegal.

Café de por medio, ambos dirigentes peronistas discutieron cuestiones políticas y electorales de cara a un 2019 que se presenta como un verdadero desafío para el PJ bonaerense. Desde el círculo íntimo de Larraburu aseguraron que es la primera vez que se ven, y que lo hacen impelidos por las circunstancias. Coincidieron en que la única forma de derrotar a Cambiemos en la provincia es con un frente unido.

La noticia no cayó bien en el interior de La Cámpora, especialmente entre aquellos que militan en Bahía Blanca. Con la bandera de una supuesta renovación a media asta, no son pocos los que admitieron que, cuando las papas queman, el líder Máximo Kirchner apuesta por lo seguro. Ahora, les guste o no, tendrán que incorporar a la mesa de negociaciones a Larraburu, a quien consideraban parte de la “vieja política”. Incluso, hasta puede que el histórico dirigente bahiense sea quien de las órdenes de ahora en más. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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