Nacionales
Agroindustria otra vez en el tapete
La “supercosecha” de Cambiemos empieza a mostrar sus costados vulnerables
Para la presente campaña de granos, el gobierno nacional anuncia a los cuatro vientos una cosecha récord de 140 millones de toneladas. Ansiosos por dar buenas noticias, las gacetillas de la cada vez más devaluada secretaría de Agroindustria lanzan titulares con cosechas récords, superproducciones de granos y “revanchas” de cultivos...
Estos conceptos son, al menos, cuestionables. Es cierto que los productores se volcaron masivamente al trigo, que cerró una siembra en las 6 millones de hectáreas. Es una buena cifra, pero encierra una contradicción: los productores sembraron el pasado invierno sin retenciones, pero la cosecha empezó con derechos de exportación de hasta un 12 por ciento. ¿Existiría el récord si las retenciones estaban vigentes antes de sembrar? Es probable que el área sembrada de este cereal hubiera sido menor.
Pero hay un problema mayor que asoma en el horizonte. En el presupuesto nacional 2019, Cambiemos apostó casi todas sus fichas a las exportaciones del sector agropecuario. En el texto que ya fue aprobado por el Congreso Nacional, se espera aumentar casi un 300 por ciento los ingresos en conceptos de derechos de exportación.
En 2018, estos ingresos por ventas del exterior cerrarán aproximadamente en 143 mil millones de pesos (3.580 millones de dólares) y para el próximo año estiman que la cifra llegaría a 430 mil millones de pesos, unos 10.790 millones de dólares. “Proyectamos un crecimiento de las exportaciones en torno al 21 por ciento motorizado por el rebote de las exportaciones agrícolas, que cayeron en 2018 por la sequía”, detallaron.
Si bien el clima no está afectando de manera severa a la producción granaria, hay algunos datos para tener en cuenta y empezar a analizar, sobre todo con las últimas lluvias que se registraron en la mayor parte del área productiva nacional. Hasta el momento y de acuerdo a estadísticas privadas, se ha registrado una reducción de casi 3 millones de hectáreas en la superficie sembrada.
De acuerdo a estas fuentes, el área de trigo sufrió una caída cercana a los 2,5 millones de hectáreas, mientras que sería de hasta 500 mil hectáreas en soja. Si bien el área perdida de la oleaginosa es un 5 por ciento, es una advertencia a futuro sobre el grado de incertidumbre que aporta el clima, sobre todo teniendo en cuenta que el oficialismo necesita desesperadamente una “supercosecha”. Es muy probable que esas 140 millones de toneladas anunciadas no se alcancen.
Pero los problemas para Cambiemos no se extienden a esta campaña. En caso de ganar, tendrán otro problema en el ciclo agrícola 2020. El impacto de las retenciones, ratificadas hasta diciembre de 2020, no será gratuito para el mapa agrícola argentino. De acuerdo a un informe elaborado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en la próxima campaña el área de siembra caería en 1,1 millones de hectáreas.
Al momento de calcular el impacto económico de esta situación, el informe de la Bolsa Porteña es por demás elocuente. Desde la implantación de las retenciones el pasado mes de septiembre, el Gobierno perderá en términos de valor bruto, valor agregado y exportaciones netas un total de 6.946 millones de dólares para la presente campaña. En tanto, para el ciclo 2019/20, las pérdidas en estos conceptos ascenderían a 10.786 millones de dólares.
Estos números son un fiel reflejo de la política agropecuaria de Cambiemos, que además de pulverizar sus promesas electorales básicas, juega a la ruleta rusa con los ingresos que podrían generar la exportación, pero sin tener en cuenta las impredecibles variables climáticas. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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