Mientras paseaba por Bruselas, Tagliaferro despidió al mayordomo

La semana pasada cuando el intendente de Morón, Ramiro Tagliaferro, andaba de viaje por Europa con su novia y comitiva, pasaron varias cosas. Su ex esposa y gobernadora María Eugenia Vidal visitó el distrito para recorrer las obras del aeropuerto de El Palomar. Los más cercanos entendieron la indirecta. Vidal llegó en ausencia de su ex. Pero, además, la tormenta que castigó otra vez al conurbano desnudó la falta de obras. Varias familias fueron evacuadas. Como si fuera poco, apareció en escena el concejal Juan Nardo denunciado por abuso. La fiscal pidió que se reabra el caso. Y para cerrar, se incendió el cajero de la municipalidad.

Tagliaferro se sacaba selfies en Bruselas mientras las llamas devoraban el cajero ubicado en la avenida Almirante Brown, en pleno centro moronense. Gracias a la destreza de los bomberos, la cosa no pasó a mayores. Es que, cuando comenzaron las llamas, se intentó apagar con matafuegos vencidos en julio. La recarga la habían pedido desde el sector de Mayordomía durante ese mes y lo reiteraron en septiembre. No hubo respuesta.

El viernes pasado Carlos Martínez, encargado del sector, y sus colaboradores fueron pasados a disposición de Personal.

“El viernes vino Analía Silva, subsecretaria de Infraestructura Urbana, y nos dijo: ‘Ustedes se van de acá. Búsquense otro destino, pero acá no siguen más’”, contó Martínez a REALPOLITIK. “Yo le pedí una explicación porque con mis compañeros estamos de lunes a lunes de 7.00 a 17.00 y no era justo lo que estaban haciendo. Más siendo que le pedimos la recarga de los matafuegos en tiempo y forma”, añadió.

El trabajador agregó: “Lo que más me preocupa es la situación de los compañeros. Hay contratados que ya fueron advertidos que no serán renovados. Mi esposa también trabaja conmigo. Ella es discapacitada, es sorda y de los nervios que se agarró el auricular le infectó el oído. Otra compañera tenía que operarse hoy. Imagínate con el stress que habrá entrado al quirófano. Pero la verdad no somos culpables de nada”, recalcó.

Martínez lleva treinta años en el municipio de Morón. “Estoy a un paso de jubilarme y me indigna que nos hagan esto. El castigo fue de ‘palabra’; no hay nada escrito. Desde el gremio nos dijeron que esperamos la notificación por nota”, dijo el trabajador.

Y añadió: “Hoy cuando volvimos al edificio municipal era enorme la cantidad de compañeros que se solidarizaron con nosotros. Vinieron desde la CGT Morón a apoyarnos. Lo que pasa es que es más fácil echarle la culpa al más débil”, se lamentó. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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